La escaramuza se inició cuando Pyongyang advirtió a Corea del Sur detener los ejercicios militares en el área. Cuando Seúl rechazó la advertencia y comenzó a disparar artillería en las disputadas aguas, Corea del Norte reaccionó.
Obama reiteró en una llamada telefónica a su homólogo, Lee Myung-bak, que EEUU estará “hombro con hombro” con su aliado. La Casablanca anunció anoche que el porta-aviones USS George Washington y otros barcos de guerra se unirán a las fuerzas navales de Corea del Sur en el mar occidental el domingo.
El anuncio de que ejercicios conjuntos se llevarán a cabo es una clara expresión de la injerencia estadounidense en el conflicto de los dos países asiáticos.
“Este ejercicio es defensivo por naturaleza”, indicaron las Fuerzas EEUU-Corea del Sur. “Mientras fue planeado anteriormente del ataque no provocado de ayer, se demuestra la fortaleza de la alianza EEUU-Corea del Sur y nuestro compromiso a la estabilidad regional a través de la disuasión”.
Los dos países mantuvieron ejercicios similares en julio luego del hundimiento de un buque naval surcoreano, en el cual murieron 46 marineros. Seúl acusó a Pyongyang de ser responsable del hundimiento, pero una investigación internacional confirma que Corea del Norte no estuvo involucrada en el ataque.
Pyongyang ha negado repetidamente haber torpedeado el buque surcoreano ‘Cheonan’.
Traducido del inglés por Ivana Cardinale para Aporrea.org