“Entiendo lo difícil que es y lo ofensivo que debe de ser para la gente que tiene que someterse a ellos“, dijo Clinton en medio de una fuerte polémica en el país por los exhaustivos controles y los nuevos escáneres que permiten ver a los pasajeros desnudos.
Los pasajeros que se nieguen a pasar por los escáneres tendrán que someterse a las inspecciones opcionales.
Clinton reconoció hoy abiertamente que no querría verse en una de esas: “Si pudiera evitarlo no, no”, afirmó la jefa de la diplomacia estadounidense, quien dijo dudar, a continuación, que nadie se someta a uno de esos procedimientos de forma voluntaria.
Indicó, en ese sentido, que es una cuestión de encontrar “el equilibrio correcto” y lograr que los métodos de inspección en los aeropuertos del país sean “mejores, menos molestos y más precisos”.