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Indígenas de la comunidad huichol (wixárika) ubicados al norte de Jalisco, en México, pidieron a las autoridades que salven sus lugares sagrados del embate de las compañías mineras que han recibido concesiones para explotar yacimientos de oro y plata en esas zonas.

Los sitios sagrados de Wiricuta y San Luis de Potosí corren el peligro de desaparecer debido a los trabajos que se ejecutarían por el proyecto minero de la empresa canadiense First Majestic Silver en el desierto Real de Catorce.

Es debido a esta situación que las autoridades tradicionales y comunales de San Sebastián Teponahuxtlán, San Andrés Cohamiata y Santa Catarina Cuexcomatitlán, de los municipios de Bolaños y Mezquitic, al norte de Jalisco, lanzaron un comunicado conjunto manifestando su enérgica protesta.

En el documento expresan su “profundo rechazo al proyecto de la First Majestic Silver, pues nuestros lugares sagrados son un patrimonio sin precio y de un valor incuantificable para nosotros, nuestros hijos nietos y toda la descendencia Wixárika”.

Asimismo exigieron la inmediata cancelación de las 22 concesiones mineras en poder de la trasnacional y se fije una moratoria indefinida para que no se expidan nuevos permisos de explotación o exploración en el desierto de Real de Catorce, ni en ningún lugar cercano a sus lugares sagrados.

 

“Los manantiales sagrados donde recolectamos agua bendita se encuentran dentro de las cuencas de las venas de plata a punto de explotarse, corriendo un inminente riesgo de contaminación por cianuro y desecamiento por las grandes cantidades de agua que usaría la minera. El acuífero, de acuerdo a la Comisión Nacional del Agua, se encuentra de por sí en un grado de sobreexplotación y la capacidad de recuperarse es muy baja”, indicaron.

El daño afectaría de manera irreversible a 16 centros de población que se encuentran dentro de la superficie concesionada pertenecientes a 6 Ejidos de la zona, así como numerosas localidades del bajío que sufrirían los efectos negativos.

Tal es el caso de El Mastranto, San José de Milpitas, Estación Catorce, Santa Cruz de Carretas, Los Catorce, Las Relaciones, El Barranco, El Garabato, Vigas de Coronado, San Juan de Matanzas, entre otras; sumando aproximadamente tres mil 500 personas que resultarían afectadas.

Actuales impactos ambientales

Los habitantes de Wirikuta también informaron que padecen por la contaminación y el desecamiento del agua que beben, el incremento de las enfermedades respiratorias, gastrointestinales e incluso el riesgo de contraer algún tipo de cáncer por los venenos usados en la minería y el efecto de los residuos químicos.

“Invitamos a los habitantes de Wirikuta a informarse y organizarse para que no tengan que aceptar esta imposición criminal que llevará a la destrucción de las tierras que les dejaron sus abuelos, las mismas que les dejarán a sus hijos”, señala un manifiesto.

Además, exigen al gobierno que “de inmediato se implementen estrategias efectivas que mejoren la calidad de vida de los habitantes de Wirikuta, mediante propuestas armónicas con el medio ambiente, y no propuestas destructivas como la de la mina, ofreciéndoles un trabajo a cambio de la destrucción de su patrimonio”.

También instaron a las autoridades municipales del Ayuntamiento de Real de Catorce que no expida permisos municipales de construcción o de uso de suelo.

En otra parte del documento indicaron que harán uso de todos los recursos necesarios para detener el proyecto minero de la First Majestic Silver, apoyándose inclusive de recursos jurídicos nacionales e internacionales que están a su favor, así como acciones de resistencia civil y pacífica que sean necesarias.