Carlos Carreño
Durante varios años vengo escuchando los discursos del Comandante Presidente Chávez quien , como líder de la vanguardia revolucionaria, ha advertido que la salida al sistema capitalista es implementar un proceso de industrialización sin las “herramientas melladas “del capitalismo.
Lamentablemente los llamados desesperados del presidente en tantas cadenas y “Alos” han caído en saco roto según los resultados alcanzados el 26-S, un descalabro electoral por donde se lo mire.
El actual tren ministerial, parece haber perdido la locomotora, y hasta las vías, comenzando por el ministerio de comercio que ha catapultado los precios de los productos básicos hasta las nubes, no ya en los supermercados privados, sino hasta en los administrados por el Estado Nacional.
Lanzar zanahorias al aire para crear potes de humos no parece ser una estrategia apropiada a una política eficiente y eficaz de 3Rs al cuadrado. Como revolucionario no me calo más las permanentes iniciativas que nunca se concluyen y que le hacen el juego a la derecha y al burocratismo boli-burgues, al mismo tiempo que desalienta a las tendencias o corrientes políticas menos permeables a las distorsiones cuartorepublicanas.
Tal vez fuera mejor hacerle caso a la madre tierra y continuar parasitando del fósil elemento que durante tantos años a dado tanta miseria y hambre junto a una inmensa riqueza adeco-copeyana-yanqui y dejarnos de joder con el socialismo capitalista.