Memo Fernández
En las décadas 60 y 70 del siglo XX el cine tenía características masivas y populares. Las salas eran grandes y las películas se desarrollaban en un ambiente coactivo entre el público y los artistas.
Era especial las entradas de las delegaciones diplomáticas de cada barrio, que hacían su ingreso a las salas presentándose a gritos justo al terminar el anuncio del rugido del león de la Metro Goldwing Mayer, después de los farolazos de 20 Century Fox o de la música de Estudios Universales. En esos cines, había una sala donde se esperaba con ansiedad la entrada de los representantes del barrio Veracruz. Con una voz ronca y sonora se oía: ¡Ya llegó Ulises…la pura verga del barrio Veracruz! Y el relajo comenzaba, rechiflas, insultos, ruidos intermitentes de las láminas de metal de los asientos, carcajadas y recuerdos a las madres y abuelas en voz alta (gritos pues); era un caos momentáneo.
En Ucrania, después de estar provocando a Moscú con la OTAN, con las amenazas norteamericanas de Biden, Kamala Harris, con las declaraciones, menosprecios y mentiras del ministro de Defensa de Reino Unido, las amenazas de despliegue de la OTAN hacia las zonas en conflicto, expresado por Stolemberg y los lamentos de Zelenski; apareció Putin con su «operación militar especial» que lleva en el transcurso de dos días de acciones:
«Ministerio de Defensa de Rusia señaló este jueves que las Fuerzas Armadas lograron inhabilitar tras sus ataques 74 instalaciones de la infraestructura militar de Ucrania, entre ellas 11 aeródromos, 3 puestos de mando, un puesto de operación de la Armada ucraniana y 18 estaciones de radar de los complejos de defensa antiaérea S-300 y Buk-M1.
Además, fue derribado un helicóptero de combate y 4 drones Bayraktar TB2, declaró el portavoz del Ministerio, Ígor Konashénkov.» Fuente RT, 24 de febrero/2022.
Como en las salas de cine las reacciones han sido escandalosas: Guterres casi llora en la ONU pidiéndole a Putin que se retire, Biden anuncia más sanciones y Úrsula von der Leyen dice que toda Europa bloqueará la economía rusa.
Mientras tanto, el desarrollo de los acontecimientos militares depende de lo que decida Rusia y la arquitectura del sistema de seguridad europeo quedó sometido a la operación militar especial de Putin.
De aquí en adelante, el mundo comenzará a cambiar la versión de seguridad de cada estado y repensará especialmente en la garantía de seguridad que ofrecen los gringos y europeos. Pues Putin ha neutralizado a la Casa Blanca y a la OTAN. Y da inicio al resurgimiento del poder de los rusos.