Agencias
El Departamento de Estado de los Estados Unidos acusó este lunes a Rusia de haber detonado con misiles uno de sus propios satélites, generando una nube de residuos espaciales que podrían poner en peligro a la Estación Espacial Internacional y a los astronautas que viven y trabajan en ella, reseñó la agencia Reuters.
En una comparecencia de prensa, el Departamento de Estado cionfirmó este incidente y calificó de «irresponsable» la actitud de Moscú que «amenaza los intereses de todas las naciones» en el Espacio. La presencia de una importante nube de residuos espaciales había sido detectada esta mañana, y obligó a confinarse en un área reservada de la Estación Espacial Internacional a los astronautas que viven en el recinto.
Aunque no se ha confirmado oficialmente el origen de esa nube de residuos, que se cruza en la órbita de la Estación Espacial Internacional cada 93 minutos, expertos han llegado a la conclusión de que la trayectoria de la basura espacial coincide con la que debía recorrer un satélite ruso inactivo desde hace años.
Los Estados Unidos aseguran ahora que ese satélite ha sido destruido por Rusia con misiles especialmente diseñados para neutralizar a este tipo de artefactos.
Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso confirmó la operación y calificó de «hipócrita» y «propaganda» el revuelo. Según Seradata, una compañía de análisis de temas espaciales, el objetivo fue un antiguo satélite soviético de señales que durante las últimas décadas no ha estado en funcionamiento.