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El Gobierno argentino formalizó este miércoles su retiro del denominado Grupo de Lima, al considerar que «no han conducido a nada» las acciones que impulsó ese bloque en el plano internacional «buscando aislar al Gobierno de Venezuela y a sus representantes».
Así lo informó la Cancillería, que conduce Felipe Solá, a través de un comunicado de prensa difundido en la tarde del miércoles.
«En el día de la fecha, la República Argentina formalizó su retiro del denominado Grupo de Lima, al considerar que las acciones que ha venido impulsando el Grupo en el plano internacional, buscando aislar al Gobierno de Venezuela y a sus representantes, no han conducido a nada», comienza el texto oficial.
A continuación, indica que «la participación de un sector de la oposición venezolana como un integrante más del Grupo de Lima ha llevado a que se adoptaran posiciones que nuestro Gobierno no ha podido ni puede acompañar».
La historia del Grupo de Lima
El Grupo de Lima, en el que el gobierno de Mauricio Macri había tenido amplia participación, se estableció tras la denominada Declaración de Lima del 8 de agosto de 2017 en el que representantes de 14 países americanos suscribieron el primero de varios documento criticando la situación política y de derechos humanos en Venezuela.
«La participación de un sector de la oposición venezolana como un integrante más del Grupo de Lima ha llevado a que se adoptaran posiciones que nuestro Gobierno no ha podido ni puede acompañar».
«Una vez más, reiteramos que la mejor manera de ayudar a los venezolanos es facilitando que haya un diálogo inclusivo que no favorezca a ningún sector en particular, pero si a lograr elecciones aceptadas por la mayoría con control internacional», señala el comunicado del Palacio San Martín.
Con el mismo énfasis, afirma que las autoridades venezolanas no pueden desconocer «que producir las condiciones para un diálogo que resulte productivo es primordialmente su responsabilidad».
«Un diálogo del que deben formar parte, pero del que no puede apartar a la oposición en su conjunto. Un diálogo que sin duda se vería enriquecido con voces provenientes de los principales actores sociales del país, como la Iglesia, el sector empresario y las organizaciones no gubernamentales, sin exclusiones», destaca el comunicado.
La posición argentina respecto de las sanciones
La Argentina sostiene además que, en «un contexto en el que la pandemia ha hecho estragos en la región, las sanciones y bloqueos impuestos a Venezuela y a sus autoridades, así como los intentos de desestabilización ocurridos en 2020, no han hecho más que agravar la situación de su población y, en particular, la de sus sectores más vulnerables».
Las sanciones, según entiende la Cancillería, «han afectado el goce de los derechos humanos de la población venezolana, de acuerdo a lo que se constata en el informe de la Relatora Especial sobre las repercusiones negativas de las medidas coercitivas unilaterales en el disfrute de los derechos humanos».
«Con este espíritu, la Argentina continuará sosteniendo su compromiso con la estabilidad en la región, y buscará encaminar soluciones pacíficas, democráticas y respetuosas de la soberanía y de los asuntos internos de cada Estado», concluye el comunicado oficial.