Página12
El Supremo Tribunal Federal brasileño (STF) anuló este lunes las condenas contra Luiz Inácio Lula da Silva, en el marco de la causa Lava Jato, con lo cual el expresidente recupera sus derechos políticos.
Además, ordenó comenzar nuevamente la investigación en otros fueros debido a la supuesta parcialidad de la Fiscalía y el exjuez y exministro Sérgio Moro.
La noticia sacudió al mundo político en Brasilia en la tarde del lunes, ya que en hipótesis el líder del Partido de los Trabajadores podría postularse en los comicios presidenciales de 2022 frente al actual mandatario, el ultraderechista Jair Bolsonaro.
El juez Edson Fachin, del STF, determinó que el exmagistrado, Sergio Moro, que fue el responsable de la sala federal de Paraná, no tiene competencia para juzgar a Lula. Fachin tomó esta decisión al hacer lugar a un habas corpus impuesto por la defensa del expresidente Lula en el marco de las causas impulsadas por la hoy cuestionada Operación Lava Jato.
La decisión de Fachin, un juez conocido por haber estado alineado a las denuncias y casos impulsados por la Operación Lava Jato, se produjo luego del escándalo generado por la filtración de mensajes que desnudaron lo que Lula y el PT siempre denunciaron: el trabajo conjunto y secreto de los fiscales y el entonces juez Moro para condenar al exmandatario antes de que pudiera competir en las últimas elecciones presidenciales.
El líder petista fue preso en abril de 2018, y permaneció 580 días arrestado, con lo cual quedó impedido de ser candidato en octubre de ese año, cuando los sondeos lo ubicaban como favorito frente a Bolsonaro.
Lula fue detenido en medio de un operativo que fue transmitido en el mundo entero, y tuvo que bajar definitivamente su candidatura.
Moro, el artífice de la Lawfare brasileña, sería premiado meses más tarde al ser designado por Bolsonaro como ministro de Justicia y Seguridad Pública, cargo que asumió en enero de 2019.