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La Unión Europea (UE) ha hecho público este viernes el contrato firmado el pasado mes de agosto con el laboratorio británico AstraZeneca, uno de sus potenciales proveedores de vacunas contra el coronavirus, con el que había acordado la compra de 300 millones de dosis con opción a 100 millones más.

El archivo publicado, no obstante, está lleno de información tachada, entre la que se encuentran los datos relativos a las cantidades de dosis que la compañía biofarmecéutica se compromete a enviar mensualmente, los costes que implican o cuál es el período acordado para ello.

Captura de pandalla del contrato con la parte referida a dosis y entregas por mes tachada

Entre la información más relevante de cara al conflicto que enfrenta a las partes está la cláusula 5.4, que compromete a la empresa fabricante de vacunas a utilizar sus fábricas ubicadas en el Reino Unido si ello fuera necesario para agilizar las entregas en cumplimiento de lo pactado.

“AstraZeneca hará sus mejores esfuerzos razonables para producir la vacuna en los sitios de fabricación ubicados dentro de la UE (que únicamente a los efectos de esta sección 5.4 incluirá al Reino Unido), y podrá producirá fuera de la UE [definida como UE y Reino Unido en este epígrafe], si fuese necesario, para acelerar el suministro de vacunas en Europa”, indica exactamente la mencionada cláusula.

Esta precisión invalidaría el pretexto sostenido hasta ahora por el laboratorio para excusar sus retrasos en la entrega de vacunas, consistente en un “problema de producción” en la factoría que AstraZeneca tiene en Bélgica.

Medida de presión

La revelación parcial del contenido de este contrato tiene lugar en un momento significativo. Si bien se alinea con la exigencia de transparencia expresada desde la propia Eurocámara y desde diversas organizaciones civiles en las últimas semanas, también ocurre en el contexto de un conflicto creciente entre Bruselas y la compañía biofarmacéutica.

En este sentido, la publicación de algunos de los términos contractuales puede funcionar como una medida de presión sobre la empresa proveedora, que en opinión de las autoridades europeas ha sido incapaz hasta ahora de dar “una explicación plausible” a la reducción de un 60 % de sus entregas anunciada hace una semana.

En otro de los epígrafes del contrato se aborda una cuestión que podría cobrar relevancia en este sentido, en función de cómo se lleve a cabo finalmente el suministro. Se trata de la suspensión de pagos. En el punto 8.2 del contrato se establece que “en caso de no entrega o entrega tardía más allá de la firma fecha de entrega, se suspenderá la obligación de pago” por parte de la entidad contratante, en este caso la UE. “La obligación de pago se reanudará una vez que se haya completado la entrega”, reza el texto a continuación, no obstante.

El contrato también recoge la obligación, por parte de AstraZeneca, de “notificar de inmediato a la Comisión Europea cualquier dificultad que ponga en riesgo significativo su capacidad para fabricar o vender las dosis de vacunas contempladas en este acuerdo”.

A este respecto, en una entrevista concedida este viernes a la emisora alemana Deutschlandfunk, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, ha expresado la “irritación” de las autoridades europeas con respecto al hecho de que “AstraZeneca, a diferencia de lo que ha pasado con otras compañías, ha informado con muy poca antelación, en concreto hace una semana, que van a reducir drásticamente las entregas prometidas para el primer trimestre”.

Al margen de este conflicto, este viernes está previsto que la Agencia Europea del Medicamento autorice finalmente el uso de la vacuna de AstraZeneca en los países miembros de la Unión.

Escasez de vacunas en Europa

Los retrasos en las entregas de AstraZeneca, así como los anunciados una semana antes por el laboratorio norteamericano Pfizer han supuesto importantes contratiempos en las agendas de vacunación de algunos países europeos, que empiezan a ven postergada su expectativa de inmunización a gran escala.

Vacunación en Madrid, 15 de enero de 2021Susana Vera / Reuters

La escasez de vacunas ya está ralentizando, cuando no parando, las campañas de vacunación en varios puntos de Europa. En España, Madrid y Cataluña han suspendido momentáneamente las vacunaciones por la falta de suministros, mientras el ministro alemán de Sanidad,Jens Spahn, anunciaba este jueves que su país tenía por delante “al menos diez semanas difíciles” debido a la “escasez de vacunas”.

Desde Italia, el comisario italiano para la gestión de la pandemiaDomenico Arcuri, también adelantaba hace una semana la venidera carestía del fármaco en su país: “Por desgracia,hemos recibido un 29 % menos de vacunas esta semana y nos han dicho que recibiremos un 20 % menos en la próxima “, dijo.

Esteban Maturana, médico y vicepresidente de la Confederación Nacional de Funcionarios de Salud Municipalizada, asegura que en el caso de la Unión Europea, AstraZeneca claramente optó por abastecer a Reino Unido, el país donde tiene su sede, en detrimento de sus compromisos.