Prensa Latina

Medios de prensa estadounidenses alertan hoy sobre planes del presidente Donald Trump para perpetuar dudas sobre el conteo de votos, sembrar el caos y robar las elecciones del 3 de noviembre.
Sin llegar a ninguna parte en los tribunales, el esfuerzo disperso de Trump para anular la victoria del presidente electo Joe Biden se desplaza hacia oscuras juntas electorales que certifican el voto, informa un análisis de la agencia Associated Press (AP)

El informe coincide con divulgaciones de otros medios sobre los intentos de la Casa Blanca para desconocer la victoria demócrata en los comicios y que ahora se centra en los estados del campo de batalla que sellaron la victoria de Biden.

Cita AP que en Michigan, dos funcionarios electorales republicanos del condado más grande del estado se negaron inicialmente a certificar los resultados a pesar de que no había pruebas de fraude. En Arizona, los funcionarios se resisten a firmar el recuento de votos en un condado rural, agregó.

Las medidas parecen estar inspiradas por la incendiaria retórica de Trump sobre el fraude sin fundamento y conducidos por la aquiescencia republicana a los amplios sectores en contra del sistema electoral de la nación, mientras los tribunales estatales y federales hacen a un lado las impugnaciones legales presentadas por Trump y sus aliados, precisó.

Al abordar las demoras en la certificación del resultado en las urnas, el medio señala que Trump se niega a reconocer a Biden y difunde falsas afirmaciones de victoria, este proceso mundano, precisa, está adquiriendo un nuevo significado.

AP alerta que las acciones fundamentales de los seguidores del presidente buscan enorpecer la certificación de los resultados de los comicios en los estados.

El tiempo se está acabando para Trump. En toda la nación, los recuentos y las impugnaciones deben terminar y los resultados de las elecciones deben ser certificados para el 8 de diciembre. Ese es el plazo constitucional antes de la reunión del Colegio Electoral de la semana siguiente, indicó.

En este momento, Trump solicitó un recuento en Wisconsin en dos condados, y Georgia ejecuta una auditoría manual después de Biden venciera por un estrecho margen de 0,3 puntos porcentuales, pero no hay una ley de recuento obligatorio en el estado. La ley ofrece esa opción a un candidato que va a la zaga si el margen es inferior a 0,5 puntos porcentuales, señala.

Subraya AP que algunos en la órbita presidencial mantienen la esperanza de que al retrasar la certificación, las legislaturas estatales controladas por los republicanos tendrán la oportunidad de seleccionar diferentes electores, ya sea anulando la victoria de Biden o enviándola a la Cámara, donde Trump ganaría casi con seguridad.