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El grupo de personas incluía señoras “encopetadas” del sector del Chicó en el norte de Bogotá que gritaban contra los defensores de los derechos humanos, algunos de los cuales en cuestión de minutos se apostaron frente al edificio en la carrera séptima con carrera 16 para proteger la sede del Cajar, mas tarde intervino un piquete policial que impidió agresión alguna.
Un defensor de derechos humanos expresó que los manifestantes de la ultraderecha bogotana están ardidos por la demanda del Cajar contra el ex presidente Álvaro Uribe Vélez y tres de sus ministros por haber comprometido la integridad nacional y atentar contra los intereses de la República, delitos contemplados en el código penal como Traición a la patria (Menoscabo a la integridad nacional y traición diplomática), así como el delito de prevaricato por acción.
Agrupados en posición agresiva nos provocaban y señalaban con gritos soeces contra la labor de los defensores de derechos humanos, enfatizó otra participante en la columna del Cajar.
Los seguidores de Gómez Hurtado, ferviente defensor de ideas fascistas en Colombia, fracasan en sus provocaciones y en la defensa de lo indefendible. “El señor Uribe Vélez tendrá que responden por los crímenes de lesa humanidad cometidos durante su mandato” gritaba un transeúnte.
En Colombia existe una gran preocupación por el velo de impunidad que sigue existiendo sobre la inmensa mayoría de crímenes oficiales. Este acto de los simpatizantes de la ultraderecha fascista es el reflejo de las diferencias de clase y los intereses y desigualdades en el país, explicó un participante.
En horas del medio día culminó la agitación frente al edificio de Avianca sin mayores contratiempos ni alteraciones.