Agencias
El gobierno de Jair Bolsonaro reabrió anoche parcialmente las fronteras aéreas para el ingreso de extranjeros a Brasil.
La iniciativa se conoce luego que Brasil alcanzara un récord de 1595
muertes en 24 horas por Covid-19, lo que eleva el total de víctimas
fatales en el país a 90.134. También se registró un récord de casos
confirmados, con más de 69.074 en un día, sumando en total 2.552.265 de
infectados, según el Ministerio de Salud.
Los aeropuertos estaban cerrados desde fin de marzo por la pandemia del
coronavirus, que ha causado al menos 90.134 muertes según el Ministerio
de Salud.
La decisión, que busca estimular la reactivación del turismo, fue
publicada en una edición extra del boletín oficial. Si bien se
levantaron restricciones sobre el espacio aéreo, continuará rigiendo por
30 días más el cierre por vía terrestre y acuático.
Cada pasajero extranjero que quiera entrar deberá presentar a la empresa
aérea antes de embarcar un comprobante de adquisición de un seguro de
salud válido en suelo brasileño, con cobertura por todo el período del
viaje, que podrá tener un máximo de 90 días.
El requisito deberá cumplirse “bajo pena de impedimento de entrada por la autoridad migratoria”.
La ordenanza, firmada por los ministros de Salud, Eduardo Pazuello;
Justicia y Seguridad, Andre Mendonca; Infraestructura, Tarcísio Gomes de
Freiras, y el jefe de la Casa Civil, Walter Braga Netto, excluye los
aeropuertos de cinco estados: Mato Grosso del Sur, Paraíba, Rondonia,
Río Grande del Sur y Tocantins.
La flexibilización ocurre el mismo día en que Brasil registró un nuevo
récord diario de muertes por Covid-19, con 1595 fallecimientos
reportados.
También se reportó el número más alto de contagios desde el inicio de la
pandemia con 69.074 notificaciones, si bien las autoridades acusaron un
problema en la carga de datos registrado el miércoles que postergó un
día la carga de datos del estado de San Pablo, el más castigado por el
virus.
El 17 de marzo Brasil cerró su frontera con Venezuela y pocos días
después el bloqueo se extendió a todos los países limítrofes por
recomendación de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa).