Prensa Latina
Los efectos destructivos de la Covid-19 en el mercado laboral pusieron
nuevamente de manifiesto que sin una respuesta multilateral será
imposible reducir la asimetría económica y social que padece la
humanidad.
Las alarmas se encendieron cuando el director general de la Organización
Internacional del Trabajo (OIT), Guy Ryder, advirtió que el mundo
atraviesa una crisis sin precedentes como consecuencia del coronavirus
SARS-CoV-2.
Al intervenir en la cumbre virtual de la centenaria organización,
celebrada el 8 de julio, Ryder afirmó que numerosos líderes mundiales
solicitaron una estrategia integral para contrarrestar el impacto de la
Covid-19, la enfermedad altamente contagiosa provocada por el letal
virus.
‘Seamos claros, no se trata de elegir entre la salud o el empleo y la
economía. Están interrelacionados: o ganamos en todos los frentes o
fracasamos en todos los frentes’, avisó, por su parte, el secretario
general de la Organización de Naciones Unidas, António Guterres.
Guterres pidió incentivar respuestas que estimulen la economía y la
creación de empleos decentes para paliar la emergencia generada por la
pandemia.
‘Ningún país puede resolver esta crisis solo, estamos en esto juntos, y
las soluciones multilaterales enérgicas y efectivas son más importantes
que nunca’, subrayó en su discurso ante la cita, que contó con la
participación de decenas de jefes de Estado y de Gobierno, quienes
enviaron sus mensajes grabados.
Según recientes estimaciones de la OIT, el número exorbitante de puestos
que cerraron en todo el mundo para contener la transmisión de la
epidemia redujo en un 10,7 por ciento el total de horas trabajadas en el
segundo trimestre del año.
Ello provocó, de acuerdo con este organismo especializado de la ONU, la pérdida de 400 millones de empleos.
Si bien en términos médicos la Covid-19 no discrimina, la OIT afirmó que
en el mercado laboral la enfermedad golpeó duramente a las personas más
desfavorecidas y vulnerables, al tiempo que reveló las consecuencias
devastadoras de las desigualdades.
En tanto, mil 600 millones de personas ven amenazada su subsistencia de
manera inminente, dado que el ingreso medio en la economía informal se
contrajo un 60 por ciento.
Esta situación indujo a un aumento dramático de la pobreza, que llevó al
Programa Mundial de Alimentos a declarar que la próxima pandemia puede
ser la del hambre.
Al participar en el foro virtual, el presidente de Cuba, Miguel
Díaz-Canel, denunció que bajo las reglas del mercado los efectos de la
Covid-19 multiplicarán el desempleo y la desprotección social.
Pero estas terribles secuelas -opinó el mandatario- no sólo se deben al
letal virus, sino a años de políticas neoliberales y capitalismo
salvaje.
Díaz-Canel predijo que en el futuro se pondrá a prueba la existencia del actual orden económico internacional injusto.