Rt actualidad
28 de abril de 2020.- El jefe del Ejército Nacional Libio (LNA, por sus
siglas en inglés), Jalifa Haftar, anunció este lunes la toma de todo el
poder político por sus fuerzas, que ya controlaban la mayor parte del
territorio de Libia, mientras Trípoli y varias zonas en el noroeste del
país permanecen bajo el control del Gobierno de Acuerdo Nacional (GAN)
de Fayez al Sarraj, apoyado por la ONU y considerado por las fuerzas de
Haftar como «una coalición de extremistas islamistas y milicias leales a
los Hermanos Musulmanes».
En un discurso televisivo dirigido a los «libios libres», Haftar declaró
que el «Mando General de las Fuerzas Armadas acepta la voluntad del
pueblo», que ha respondido a su llamamiento de «anunciar la caída del
Acuerdo Político que ha destruido el país y lo ha llevado al abismo» y
de autorizar a quienes la población considere aptos para dirigir la
nueva etapa.
Con la revocación del Acuerdo Político, tildado por el comandante libio
como «parte del pasado», el poder se devuelve a la gente que es «la
fuente de toda la autoridad», según el mariscal, y sus fuerzas ahora se
centrarán en crear las condiciones «para construir instituciones
duraderas del Estado civil, de acuerdo con la voluntad y las ambiciones
del pueblo libio, mientras se completa la marcha de la liberación hasta
que se logre el pleno éxito».
Por su parte, el GAN tachó las declaraciones de su rival como un anuncio
de golpe de Estado y una violación del Acuerdo Político de 2015, e
instó a la Cámara de Representantes, a la que apoya Haftar, a unirse a
sus colegas de Trípoli para entablar un diálogo y seguir un camino
democrático para hallar una solución al conflicto. En su comunicado, el
GAN tildó a Haftar de agresor autoritario que busca usurpar el poder a
toda costa con ayuda de sus «milicias y mercenarios terroristas».
¿Quién es quién en el conflicto libio?
Desde el derrocamiento de Muammar Gaddafi en 2011 y la intervención
militar extranjera, en Libia se generó una dualidad de poderes. El
Gobierno de Acuerdo Nacional, creado en 2015 como órgano de transición
con el respaldo de la ONU, se estableció en Trípoli y controlaba partes
del noroeste del país, mientras que la mayor parte del territorio
nacional quedó gobernada por la Cámara de Representantes de Libia, que
opera desde 2014 con sede en la ciudad de Tobruk y a la que apoya
Haftar.
El Ejército Nacional Libio, encabezado por Haftar, estima que controla
más del 97,2 % del territorio del país, donde se concentra el 60 % de la
población, mientras el Gobierno de Al Sarraj ejerce poderes sobre
aproximadamente un 2,8 % del territorio y un 40 % de la población.
Además de estas dos administraciones en constante rivalidad, en Libia
operaban distintas milicias que ejercían control en ciertos territorios y
tenían alianzas con tribus locales.
El Gobierno de Tobruk fue reconocido por la comunidad internacional
hasta diciembre de 2015. Al día de hoy, Haftar es apoyado por países
como Egipto o Emiratos Árabes Unidos, que lo perciben como un ‘hombre
fuerte’ que puede contrarrestar a los islamistas, mientras sus oponentes
ven en el comandante a un nuevo Gaddafi. Tras la operación contra los
«terroristas» realizada en enero del año pasado en el sur del país, las
fuerzas de Haftar se apoderaron de tierras con grandes yacimientos
petrolíferos.