Agencias
Cuba negó este miércoles que la próxima venta de electrodomésticos y
otros artículos a la población en divisas extranjeras conduzca a la
dolarización de su economía, ni afecte el proceso de unificación
monetaria previsto, reseñó la agencia AFP.
“Nosotros tampoco tenemos la pretensión de eliminar las monedas
nacionales, ni de ampliar las ventas en dólares o en cualquier moneda
extranjera al resto de la red minorista, ni de ir ganando espacio en las
ventas en dólares, ni de dejar circular el efectivo del dólar”, dijo el
ministro de Economía, Alejandro Gil.
“La pretensión es captar esas divisas, que podamos mantenerlas en el
país, y que por vía del comercio electrónico, evitando la transacción en
efectivo, les puedan llegar a nuestro sistema empresarial”, agregó el
ministro en un programa de la TV estatal, donde explicó las medidas
anunciadas el martes.
Las autoridades cubanas informaron que a fines de octubre abrirán
tiendas con equipos eléctricos, electrodomésticos y piezas de autos
disponibles en divisas extranjeras, con precios competitivos, fijados en
dólares norteamericanos como referencia.
Pero esas nuevas ventas se realizarían con tarjetas de débito y otros medios electrónicos, nunca en efectivo.
Cuba enfrenta problemas de liquidez en medio del recrudecimiento del
embargo norteamericano, y busca por esta vía captar las divisas que sus
ciudadanos reciben por remesas familiares y otras fuentes, y que muchas
veces se gastan en compras privadas de esos artículos en otros países y
su importación individual.
Solo con tarjetas
“Es cierto que se incorpora una moneda más”, admitió Gil, pero “no el
efectivo, no se está planteando que va circular el dólar como una moneda
efectiva”, añadió.
El dólar circuló en Cuba desde 1993 a 2004, como parte de las medidas
para enfrentar la crisis económica conocida como Período Especial,
resultado de la desaparición del bloque soviético, principal aliado
económico y político de la isla socialista.
Desde 2004 en adelante circulan en la isla el peso convertible (CUC,
igual al dólar) y el peso cubano (CUP, 25 por dólar) en el cual se pagan
salarios y servicios públicos.
Pero, como parte de sus reformas, Cuba tiene planteado la unificación de
sus dos monedas actuales, pues esto produce serias distorsiones en la
economía. Aunque las autoridades sostienen que ese proceso solo podrá
materializarse con una economía mas fortalecida.
Gil descartó que los recientes anuncios detengan ese proceso.
“En eso seguimos avanzando”, dijo, y argumentó que esas medidas están
basadas en fortalecer la industria, el comercio minorista, “utilizar más
a favor de la economía el motor impulsor que representa la demanda
interna”.
“Eso nos pone, incluso, en mejores condiciones para el proceso de unificación monetaria”, sostuvo.