Agencias
El Gobierno de Ecuador ha dicidido sentarse con el movimiento indígena para revisar y llegar a un acuerdo sobre el paquete de medidas económicas decretadas el 2 de octubre, que generó una rección sinigual en la historia ecuatoriana.
«Luego de un proceso de consulta con las comunidades, organizaciones, pueblos, nacionalidades y organizaciones sociales, hemos decidido participar en el diálogo directo» con Moreno, señaló la CONAIE en un comunicado.
La organización reconsideró su negativa inicial y aceptó un encuentro cara a cara con el presidente para discutir «la derogatoria o revisión del decreto» sobre las reformas económicas,tras más de una semana de protestas que dejaron cinco muertos y casi 2.000 heridos y detenidos.
«Valoramos positivamente la respuesta pública dada frente a las propuestas presentadas por el movimiento indígena y demás sectores sociales», según el comunicado adjunto al mensaje, que incluye una mención directa a la cuenta oficial del mandatario ecuatoriano.
Asimismo, la CONAIE insiste en la necesidad del diálogo directo, pero siempre con vistas a la revisión o la derogación del decreto de austeridad, y advierte de que no se dialogará «sobre ningún tipo de compensación» a cambio de su beneplácito para formalizar los planes de austeridad.
La policía ecuatoriana lanzó perdigones y gases lacrimógenos contra un grupo de manifestantes en las inmediaciones de la Asamblea Nacional de Ecuador al cumplirse este sábado 10 días de protestas sociales contra las reformas económicas del Gobierno presidente Lenín Moreno.
En las primeras horas de la mañana de este sábado, las fuerzas del orden empezaron una arremetida contra los manifestantes en una zona cercana al parque del Arbolito, que piden la derogación de varias medidas, que implican aumentos en los combustibles.
Al igual que ayer, la policía reprimió la concentración de los manifestantes con perdigones y gases lacrimógenos.
Ecuador atraviesa una ola de manifestaciones en medio del descontento social después de que el Gobierno de Quito decretara una serie de medidas de ajuste económico.
El presidente de la Asamblea Nacional, César Litardo, llamó este sábado a un sesión de urgencia este lunes 14 de octubre para abordar el estado de excepción decretado por el gobierno y la grave crisis política que atraviesa Ecuador, aunque analistas indicaron que es demasiado tarde.
A 10 días de las protestas sociales del llamado «paquetazo», los movimientos sociales ecuatorianos mantienen un paro nacional y mantiene sus reclamos de que se deroguen las reformas, origen de las protestas.
El reclamo principal en las multitudinarias marchas realizadas en ciudades como Loja, Guayaquil, Cuenca, Ambato, y Riobamba, entre otras, y planean mantenerse de forma indefinida, es derogar el Decreto 883 que eliminó el subsidio a la gasolina extra y el diésel,
«Fuera asesino, fuera», con relación a la represión del Gobierno de Moreno en los últimos días registrados en Quito, son unas de las consignas que gritaron las personas reunidas este sábado en el parque del «Arbolito», cercano al edificio de la Asamblea Nacional.
Ciudadanos quiteños hacen un llamado a que «no se les reprima más con perdigones, existen mujeres y niños en el parque el «Arbolito».
Los cientos de manifestantes esperan que en las próximas horas se unan mas personas a las protesta en la zona, donde se han instalado barricadas, mientras la policía continúa lanzando perdigones y gases lacrimógenos.
En la Ciudad de Cuenca existe desabastecimiento de gas en Ciudad de Cuenca pese anuncios de haberle provisto de combustible días anteriores.
Ciudadanos empiezan hacer largas filas en despachadores de gasolina, luego de recorrer varias estaciones sin encontrar combustible. Hoy hay un desabastecimiento en la ciudad, reportan en redes sociales.
Mientras, siguen llegando a Quito representantes de diferentes sectores sociales del país, para sumarse al paro nacional.
Los indígenas declararon el pasado 3 de octubre un paro nacional indefinido en demanda de que el gobierno derogue el Decreto Ejecutivo 883, el cual eliminó el subsidio a las gasolinas y al diésel, lo que incrementó su precio. La medida, tildada por los manifestantes como un «paquetazo», es parte de un conjunto de reformas económicas, fiscales y laborales acordadas entre el gobierno ecuatoriano y el Fondo Monetario Internacional (FMI) en el marco de un acuerdo crediticio por 4.209 millones de dólares.