El 19 de Febrero 2019 Trump promulgó la Directiva Espacial 4 AQUI. Un memorando presidencial a las distintas secretarías y preámbulo al establecimiento de la cuarta división del ejército americano orientada al dominio del espacio. Insta al ejército del Aire USAF a crear la estructura de la Fuerza Espacial USSF a las órdenes del mando estratégico USSTRATCOM de Nebraska. Escuetamente ordena la movilización de recursos militares, aclara términos, objetivos, estructuras y solicita entrenamiento especializado. A pesar de ser una noticia de sobra conocida es interesante por varios hechos ignorados por la prensa corporativa.
Revelaciones de la Directiva Espacial 4
Primero pone de relevancia cómo se organiza el aparato técnico-militar y cómo a pesar del a pesar de la apariencia de caos en la política americana se adivina una flecha de vuelo recto y preciso. Así lo atestigua la recreación de la Fuerza Espacial en 1997 y la recopilación documental realizada por el profesor T. J. Coles (en Counterpounch):
– «Visión para 2020″ en 1997
– «Air force Strategy Study 2020-2030» en 2011
– «The Grand Strategy of the United States» en 2014
Y corroboran las filtraciones de wikileaks como «Empire Challenge» en 2008 o «ALIEN project» en 2006. Es decir, es la culminación de la estrategia militar a largo plazo americana que certifica todos los indicios suscitados durante estos años, descalificados por los medios y recalificados como conspiranoicos.
Evidencia que hay un estado profundo sempiterno que se pone de acuerdo y organizar la superposición de intereses. Que estudia escenarios y toma decisiones estratégicas a largo plazo antes de enviar sus decisiones al aparato político. El aparato político es el encargado de justificar las decisiones y movilizar los recursos civiles a gran escala. Esta organización se mantiene desde la Guerra Fría, en concreto desde el inicio de los planes de Continuación del Gobierno COG y su War-on-Democracy. Coordina todos los aspectos del dominio americano, desde la hegemonía cultural, pactos económicos, la propia OTAN o desarrollo tecnológico, en concreto los programas nucleares y los de vigilancia masiva.
Para que esto sea posible es imprescindible emitir constantemente información fragmentada y toneladas de mentiras, sin otro motivo que el despistar a las mayorías opositoras y frenar a los rivales desviando su atención. Un juego de prestidigitación coordinado por el pentágono en el que el errático comportamiento de su presidente Trump es una pieza clave.
Se equivocan entonces todos aquellos que opinan que USA no tiene una visión estratégica como otros países, aludiendo a China; los que piensan que Estados Unidos solo mira los resultados trimestrales de Wall Street y manda a drones o cabezalatas (jarhead) a pegar tiros a cabreros en aldeas remotas de Afganistán. Han caído en la trampa de la infravaloración y posiblemente en una maniobra de desinformación. Han sido desviados del escenario principal. Actualmente el Pentágono controla el 90% de la información que se emite en occidente y el 75% del mundo, incluida información política, económica, cultural y académica. Para salir del engaño global, potenciado por sus FAANG se deben estudiar otras fuentes de información.
Otra es la tremenda asunción de riesgos que es capaz de asumir esta clase dirigente y opaca. Riesgos que a veces pasan desapercibidos, como la relación entre la Inteligencia Artificial y posibles desastres nucleares, por su instantaneidad y mucho peores que los errores humanos. Pero también de otra naturaleza, ya que son muy conscientes de las posibilidades de revueltas de distintos niveles de intensidad. Tienen miedo a que sus planes sean frenados por los pueblos dominados. Por otra parte parecen sistemáticamente obviar los impactos ecológicos y mediambientales más allá de la evidencia de su aniquilación total ante una guerra global.
Finalmente su apuesta por la tecnología a gran escala y la eliminación del factor humano. La tecnología espacial de sistemas integrados junto con la Inteligencia Artificial son la clave. Permite el control remoto de equipos e incluso edificios, la coordinación en enjambre, mantener al mínimo los recursos humanos y simplificar las cadenas de mando. Si le unimos la creciente automatización de los sistemas de armas, drones y los planes de expolio para la OTAN tenemos una visión amplia de conjunto.
Como tantas veces ha demostrado el Movimiento «No a la Guerra», los planes militares americanos pasan por doblegar a los miembros de la OTAN para sostener el máximo las aventuras bélicos americanos, contener los posibles daños en los países subyugados y sustraerles el máximo de sus beneficios. Dicho y hecho, los nuevos equipos son fabricados en exclusividad por USA, comprados por sus vasallos y controlados por USA de forma remota, sin posibilidad de control o intervención de mandos subalternos. Como en la Edad Media, USA mantiene cercada a Europa en un estado permanente de guerra en su frontera este y Mediterráneo que le impide avanzar en su desarrollo.
El Eslabón más Débil
Gracias a las bombas termonucleares estaremos vaporizadxs antes de darnos cuenta de que ha estallado la guerra. Pero como indica la evaluación de riesgos realizada por el Ministerio de Guerra Británico tanto individual como colectivamente podemos intervenir para que esto no suceda. Las armas se financian, se fabrican se transportan y se usan, y en todos esos procesos intervienen los humanos, el eslabón más débil. La lógica capitalista excluye a cada vez más gente para repartirse más beneficios, por lo tanto cada vez hay menos personas participando en la parodia. Menos empresas con beneficios mas exiguos. Menos hoteles en los que esconderse y restaurantes para conspirar. Todos estos lugares donde se esconden están al alcance de nuestra mano. Hay que encontrar los eslabones más débiles y empezar por ahí. Hay que eliminar la capa de mentiras, lo cual supone incidir sobre los medios cooptados, universidades, ONGs, lobbies y políticos a sueldo. Después la remoción de la capa económica, intervenir sobre empresas principales y auxiliares, y sobre los financistas, estados y bancos. Se puede incidir sobre los negocios no militares de los grupos. Muchos movimientos se encaminan en una buena dirección, poniendo en entredicho los aparatos establecidos. Desde los Chalecos Amarillos a las Primaveras Árabes o el 15-M, desde los movimientos feministas, No-Borders, Ecologistas, animalistas, antirracistas, antifasccistas, a los hackivistas, cooperativas, okupas, sindicalistas, contraperiodistas… Millones de personas a los que nos intentan ocultar por todos los medios pero que seguimos trabajando en detener esta locura de sistema que nos atrapa.
¿Que cómo sabemos que vamos ganando? Pues eso mismo, que no nos han volatilizado.
Salud! PHkl/tctca
Cuenta atrás para el «Dominio de Espectro Total» – Counterpunch.org
Estados Unidos está formalmente comprometido a dominar el mundo para el año 2020. En la nueva Directiva Espacial 4 del
Presidente Trump, la producción de aviones de combate con armas láser
como posibles precursores de las armas espaciales, y la posibilidad de
que se pongan en órbita las ojivas nucleares, el el reloj no se detiene
…
En 1997, el ahora reestablecido Comando Espacial de los Estados Unidos anunció su compromiso con el «Dominio de Espectro Total» [full spectrum dominance]. El informe «Visión para 2020″ AQUI explica
que el Dominio de Espectro Total significa el control militar de
tierra, mar, aire y el espacio (la llamada cuarta dimensión de la
guerra) «para proteger los intereses y la inversión de los EEUU»
«Proteger» significa garantizar la libertad operativa. “Interés e
inversión de Estados Unidos” significa ganancias corporativas.
El brillante panfleto explica que, en el pasado, el Ejército evolucionó
para proteger a los colonos estadounidenses que robaron tierras a los
nativos americanos en el genocida nacimiento de la nación. Al igual que Visión para 2020, un informe [La Gran Estrategia de los Estados Unidos AQUI]
de la Universidad de la Defensa Nacional reconoce que en el siglo XIX
la Armada había evolucionado para proteger la Recién formulada «gran
estrategia» de EEUU. Además de la supuesta protección a los ciudadanos y
a la constitución, «El principio primordial era, y sigue siendo, la
protección del territorio estadounidense … y nuestro bienestar
económico «. Para el siglo XX, la Fuerza Aérea había sido establecida,
en palabras de la Guía Estratégica de Estudio de la Fuerza Aérea [Air force Strategy Study 2020-2030 AQUI]
, para proteger los» intereses vitales «, incluidos : “Comercio;
suministro seguro de energía; [y] libertad de acción ”. En el siglo XXI,
estos pilares del poder se ven reforzados por el Comando Cibernético y
la próxima Fuerza Espacial.
El uso del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea, las tres dimensiones
del poder, significa que EEUU ya está cerca de lograr ese «Dominio de
Espectro Total». El proyecto sobre el Costo de la Guerra de la Universidad de Brown documenta
la participación militar actual de EEUU en 80 países, o 40 % de las
naciones del mundo. Esto incluye 65 llamadas operaciones de
entrenamiento contra el terrorismo y 40 bases militares (aunque otros piensan que el número de bases es mucho mayor).
Según esta medida, el «Dominio de Espectro Total» está casi completado a
medias. Pero el mapa omite las bases de EEUU y la OTAN, los programas
de capacitación, y las operaciones en Estonia, Letonia, Polonia y
Ucrania.
A medida que EEUU expande sus operaciones espaciales, la cuarta
dimensión de la guerra, se acelera la carrera hacia el «Dominio de
Espectro Total». El espacio ha sido militarizado durante mucho tiempo en
el sentido de que EEUU usa satélites para guiar misiles y aviones. Pero
la nueva doctrina trata de armar el espacio, por ejemplo, borrando los
límites entre los aviones militares de gran altitud y el espacio en sí.
EEUU aprovechará la potencia espacial de hoy para asegurar el dominio
sobre la infraestructura de satélites que permite el mundo moderno de
Internet, comercio electrónico, GPS, telecomunicaciones, vigilancia y
combate bélico.
Ruptura de Tratados Internacionales
Desde la década de 1950, las Naciones Unidas han introducido varios tratados para prohibir la militarización y el armamento del espacio, el más famoso es el Tratado del Espacio Exterior (1967).
Estos tratados tienen como objetivo preservar el espacio como un bien
común para toda la humanidad. La creación de la Fuerza Espacial de los
Estados Unidos es una flagrante violación del espíritu, si no de los
acuerdos, de esos tratados.
En décadas más recientes, sucesivos gobiernos de los Estados Unidos han
rechazado unilateralmente los tratados para reforzar y ampliar los
acuerdos existentes de espacio-por-paz [space-for-peace, del tipo oil-for-food en Irak].
En 2002, los Estados Unidos se retiraron del Tratado de Misiles Antibalísticos AMB (1972), lo que le permitió expandir sus sistemas de misiles de largo alcance.
En 2008, China y Rusia presentaron a
la Conferencia de Desarme de las Naciones Unidas el ‘Tratado sobre la
Prevención de la Colocación de Armas en el Espacio Ultraterrestre, la
Amenaza o el Uso de la Fuerza contra los Objetos del Espacio
Ultraterrestre’. Este habría preservado el principio del espacio como un
bien común y habría respondido a las afirmaciones de los EEUU de que
los «enemigos» usarían el espacio como un campo de batalla contra los
satélites estadounidenses. Pero la paz no es la meta. El objetivo es el
«Dominio de Espectro Total», por lo que EEUU rechazó la oferta.
China y Rusia introdujeron nuevamente el tratado propuesto en 2014, y nuevamente los EEUU lo rechazaron.
A principios de este año 2019, los Estados Unidos se retiraron del tratado de las Armas Nucleares de Rango Intermedio (INF).
Directiva Espacial 4 y la Guerra de las Galaxias
El mes pasado febrero, el presidente Trump envió una nota no clasificada sobre la nueva Directiva Espacial 4 AQUI al Vicepresidente, al Estado Mayor Conjunto, a la NASA y a los Secretarios de Defensa y Estado.
El
documento es de lectura en fría y vital. Recomienda legislar para
orientar el entrenamiento de las fuerzas estadounidenses «para
garantizar el acceso sin restricciones y la libertad de operar en el
espacio, y para proporcionar capacidades vitales a las fuerzas conjuntas
y de la coalición». Fundamentalmente, esta doctrina incluye «tiempos de
paz y todo el espectro del conflicto”. Además de integrar las fuerzas
espaciales con la comunidad de inteligencia, el memorando recomienda
establecer un Jefe de Estado Mayor de la Fuerza Espacial, que se unirá
al Jefe de Estado Mayor Conjunto. El memorándum también dice que las
operaciones espaciales de los EEUU acatarán el «derecho internacional».
Pero dado que EEUU ha rechazado los tratados de armas antiespaciales, el
derecho internacional apenas lo limita.
A fines de 2017, Space.com informó sobre
un contrato del Departamento de Defensa de 26.3 millones $ con
Lockheed Martin para construir láseres para aviones de combate bajo el
programa ‘Láser Avanzados para Entornos Compactos de la próxima
generación’. El informe dice que los láseres estarán listos para 2021.
El artículo se vincula a Doug Graham, Vicepresidente de Sistemas de
Misiles y Programas Avanzados de Lockheed Martin Space Systems. En el
enlace original, Graham revela que el láser de la Fuerza Aérea «es un
ejemplo de cómo Lockheed Martin está utilizando una variedad de
tecnologías innovadoras para transformar dispositivos láser en sistemas
de armas integrados».
Inteligencia Artificial y Catástrofes
Como si todo esto no fuera lo suficientemente malo, el Ministerio de Defensa británico (MoD) afirma en una proyección hasta el año 2050:
«Las economías dependen cada vez más de los sistemas espaciales …
Para 2050, los sistemas de armas espaciales también pueden ser ahí
desplegado, lo que podría incluir armas nucleares «. Esto es
extremadamente imprudente. Al analizar las tecnologías, incluida la
inteligencia artificial en la que se basan cada vez más los sistemas de
armas, otra proyección del Ministerio de Defensa advierte sobre “el
potencial de resultados desastrosos, planificados y no planificados…
Varios escenarios apocalípticos surgen en relación con estas y otras
áreas de desarrollo presentan la posibilidad de impactos catastróficos,
en última instancia, incluyendo el fin del mundo, o al menos de la
humanidad» [si a caso alguno de estos criminales puede ser considerado
humano].
El «Dominio de Espectro Total» no solo es un peligro para el mundo, sino
que también es un peligro para los ciudadanos estadounidenses que
también sufrirían las consecuencias, en caso de que algo salga mal con
las complicadas armas espaciales de sus líderes.