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El ex presidente Michel Temer dejó la sede de la Policía Federal en Río de Janeiro en la noche del lunes 25, donde llegó hace cuatro días, la noche del jueves, y se quedó en una sala de la corregidora, en el tercer piso del edificio. El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se mostró satisfecho con la decisión del desembargador Antonio Ivan Athié, del Tribunal Regional Federal de la 2ª Región.
En su decisión, el desembargador dijo no estar en contra de la Lava Jato y ser favorable a la lucha contra la corrupción, pero dijo que las acciones deben cumplir la Constitución. «Sin observancia de las garantías constitucionales, aseguradas a todos, incluso a los que la renegan a los demás, con violación de reglas no hay legitimidad en el combate a esa plaga», argumentó.
Uno de los articuladores del golpe contra Dilma Rousseff, y por lo tanto responsable por el rompimiento con la democracia, Temer, preso por la Lava Jato, llegó a la PF a los gritos de ‘ladrón’ y otros insultos.