Prensa Latina
El paro que mantienen portuarios de Valparaíso por demandas laborales se agudiza hoy por falta de un acuerdo con la patronal, acciones violentas de Carabineros y el posible respaldo de otros puertos del país a la huelga.
Este martes amaneció con manifestaciones en la zona de los muelles luego que ayer resultara el día más violento en los enfrentamientos entre huelguistas y fuerzas de Carabineros, que llegaron al extremo cuando por la noche estos últimos irrumpieron en la sede del Sindicato de Estibadores, con saldo de 20 detenidos, dos heridos y la destrucción de gran parte del mobiliario y documentos en el edificio.
Ante esa situación, el dirigente sindical Osvaldo Quevedo, portavoz de los huelguistas, declaró a la prensa que si ellos ya estaban radicalizados ante la falta de respuesta de la empresa y del Gobierno a sus demandas, ‘ahora vamos a estar cuatro veces más radicalizados’ y aseguró que en Valparaíso ‘no habrá año nuevo’.
Esto, en referencia a un gran espectáculo pirotécnico denominado Fiesta del mar, que se celebra cada 31 de diciembre y al que asisten miles de turistas nacionales y extranjeros y es considerado uno de los más pintorescos y multitudinarios festejos del país.
El conflicto que ya se prolonga por 31 días, se encuentra en punto muerto al levantarse la mesa de negociaciones entre los sindicalistas y la empresa, cuyas propuestas no satisficieron a los trabajadores, que reclaman compensaciones salariales por la caída de la actividad portuaria este año.
También han denunciado sus precarias condiciones de trabajo, pues no cuentan con salario mínimo, vacaciones pagadas, indemnizaciones por años de servicios ni la posibilidad de negociaciones colectivas.
Ante la falta de solución exigen además la intervención del Gobierno de Sebastián Piñera en el conflicto, pues el importante puerto de Valparaíso es de propiedad estatal, aunque lo operan como concesionarias dos empresas privadas, una de ellas la Terminal Pacífico Sur (TPS) a la cual se enfrentan los huelguistas.
Desde el Gobierno, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, hizo un llamado a la empresa y a los trabajadores a flexibilizar sus posturas para llegar a un acuerdo, pero hasta el momento no se ha producido ninguna intervención directa del ejecutivo para resolver el problema.
El conflicto tiende a ampliarse, al sumarse trabajadores de otros puertos en solidaridad con sus colegas de Valparaíso, entre ellos los de Iquique en el norte del país, y los del de San Antonio, que se ha convertido en los últimos años el de mayor trasiego de mercancías en Chile.
Anoche, en Iquique, manifestantes levantaron barricadas en vías de acceso a los muelles, mientras que esta madrugada en San Antonio se produjo un paro de advertencia durante breve tiempo.
Precisamente, el desvío de cargas desde Valparaíso al cercano San Antonio como consecuencia de la huelga, ha impedido que se produzcan grandes pérdidas económicas, pero ya numerosas asociaciones de exportadores han prendido las alarmas ante la posibilidad de que se extienda el conflicto y se afecten los embarques hacia el exterior.