José F. Alcántara

 

La TSA estadounidense (Agencia de Seguridad en los Transportes) tiene un nuevo director, John S. Piscole, que se estrena en su primer día en un acto cuyo lema es See something, say something. [si] Ves algo, di algo. Lo vemos en el blog de la TSA.

La TSA es bien conocida por la cantidad de falsas medidas de seguridad mal implementadas que lleva a cabo, y que repercuten la mayoría de las veces en molestias, malestar y recorte de libertades (como las no-fly lists).

Forzar ahora a la delación masiva (como sucede en Reino Unido con campañas oficiales incitando a ello) no es sino otra mala medida de seguridad: lo que nos llama la atención no es lo peligroso, sino lo diferente. Al incitar a la delación masiva de aquello que nos llama la atención estamos fomentando la delación masiva de los diferentes: minorías étnicas, raciales y culturales. En la práctica, esto se traduce en linchamiento de minorías que serán objetivo prioritario de acoso policial y vigilancia. No suena bien.

Y para colmo sobresatura los servicios de seguridad con ingentes cantidades de llamadas irrelevantes, falsos positivos que harán que los vigilantes no presten la atención debida cuando haya una amenaza de seguridad real.

Eso no mejora la seguridad de nadie, pero reduce drásticamente los derechos de todos y conlleva un alto coste (campaña de publicidad, mantenimiento de servicios y atención de falsas alarmas, personal asociado), de forma que se reducen las contingencias disponibles cuando éstas realmente hagan falta.

Y esto no sería relevante si los EE.UU. no tuvieran la enorme capacidad que tienen para exportar estas ideas mal desarrolladas, pero la tienen. Y que el nuevo director de la TSA se estrene apoyando una campaña como ésta es toda una declaración de intenciones. ¿Vamos hacia sistemas de vigilancia distribuida? El mundo ya ha pasado por ahí antes, y no salió bien. Pero es la consecuencia lógica cuando el Estado prefiere infligir miedo a ganarse nuestro respeto.

http://www.versvs.net/anotacion/si-ves-algo-di-algo