Obama aprobó el jueves una reforma legal que impone sanciones severas a Irán, entre las que está limitar a la república islámica la importación de combustibles, bienes y servicios necesarios para mantener su esencial industria de hidrocarburos, en una medida de presión para que abandone su programa de enriquecimiento de uranio.
«Estamos muy preocupados porque Estados Unidos en su empeño por dominar a Irán y recuperar el petróleo que maneja, no tiene límite», advirtió Chávez.
«!Cuidado con una guerra nuclear Obama!, !cuidado con una bomba atómica!, que en lo que estalle la primera, viene la segunda y esto pone en peligro aun más, no sólo la paz mundial, sino la supervivencia de la especie humana», observó durante un acto oficial transmitido por la televisora estatal.
Pero Irán se ha defendido de potencias occidentales que la acusan de tener un programa encubierto para fabricar una bomba atómica, y ha afirmado insistentemente que sus operaciones de enriquecimiento de uranio tienen fines pacíficos, postulado que el presidente Chávez apoya y considera verídico.
No obstante, Chávez le dio la bienvenida al nuevo embajador americano propuesto para cumplir labores en Venezuela, Larry Palmer.
«Obama acaba de enviar nuevo embajador a Venezuela, le damos la bienvenida, afrodescendiente por cierto, ojalá cumpla lo que Obama me prometió (…), él me dijo: ‘Chávez, no se si seremos amigos pero por lo menos te aseguro que en mi Gobierno no nos meteremos en las cosas internas de Venezuela'», contó.