Agencias
Los negociadores de todo el mundo (de unos 190 países) han iniciado en Polonia una nueva ronda de negociaciones para frenar el cambio climático, tres años después de cerrar un histórico Acuerdo en París, que estableció el objetivo de contener las temperaturas por debajo de los 2º C (respecto a las de la época preindustrial.
Los representantes han iniciado los encuentros este domingo en la ciudad de Katowice, un día antes de lo previsto originalmente. La cumbre se prolongará hasta el 14 de diciembre. Los ministros y algunos jefes de gobierno se unirán mañana lunes, cuando el país anfitrión de Polonia buscará presionar para obtener una declaración conjunta para garantizar una «transición justa» para las actividades que pueden resulta perjudicadas por la ofensiva contra el carbón y otros combustibles fósiles.
La cumbre viene marcada por los últimos informes científicos, que alertan sobre los estragos del calentamiento y por cómo las promesas de los gobiernos son insuficientes para evitar la reducción de emisiones de gases requerida para contener un aumento de temperaturas por debajo de los dos grados (respecto a las de la época preindustrial), el umbral que marca el riesgo de daños catastróficos.
Esos informes recientes son El calentamiento de 1,5º C, del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) de la ONU, y Emissions Gap Report del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma)
Fuerte presión de los informes
Estos trabajos ejercerán una fuerte presión sobre los representantes asistentes a conferencia, aunque la ausencia de importantes líderes mundiales restará empuje a los trabajos.
La decisión de Estados Unidos de retirarse del Acuerdo (aunque aún no se ha materializado, porque se precisan tres años desde el anuncio, según las normas de Convenio de Cambio Climático) y la emergencia de otro díscolo climático (el nuevo presidente de Brasil, Jair Bolsonaro) también deslucen el encuentro, al que asistirá este lunes el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez.
Reglas asumidas por todos
La cumbre tiene como finalidad fundamental allanar el camino para el cumplimiento del Acuerdo de París, el primer tratado mundial contra el cambio climático. La conferencia debe acordar las reglas para el aplicar el Acuerdo de París.
En la capital francesa, se pactó que los países presentaran sus contribuciones nacionales de acción climática.
Pero falta concretar cómo van a informar de sus acciones (a la secretaria del Convenio de Cambio Climático); cómo van a rendir cuentas.
¿Nuevo acuerdo político?
En el mejor de los casos, el diálogo podría conducir en sus sesiones finales (concluye el día 14) a una declaración política o resolución de la Conferencia sobre la necesidad de aumentar de forma global la ambición climática. Esto significaría que los países pondrían sobre la mesa nuevas promesas de acción climática en el 2020, que es la fecha en la que deben presentar de nuevo sus compromisos nacionales para el futuro
Manifetación en Hambacher Forst (Kerpen-Buir) en Alemania contra la deforestación y el carbón del grupo ecologista Bund (Thomas Banneyer / EFE)
Estrategia de descarbonización de la UE
No obstante, la UE acude a la conferencia tras haber hecho los deberes. Las nuevas regulaciones (sobre todo, en materia de renovables y eficiencia energética) elevan su compromiso, de manera que podrían recortar las emisiones un 45% para el 2030 respecto a 1990 (cuando el compromiso en París fue reducirlas al menos un 40%).
La UE tiene el aval, además de haber aprobado una estrategia de descarbonización a largo plazo para lograr un balance de cero emisiones netas en el 2050. Es su pistoletazo para poner fin a la era de los combustibles fósiles. Esta estrategia aborda acciones en ocho áreas para recortar los gases entre el 80% y lograr emisiones con balance 0 a mitad de siglo.
La apuesta por las energías renovables (80% de la electricidad), la eficiencia energética (el consumo debe reducirse a la mitad) y la electrificación del transporte (que aporta una cuarta parte de las emisiones) son tres pilares fundamentales.
España, mientras tanto, está en plena fase de elaboración de los documentos de la Ley de Cambio Climático, que establece como horizonte una estrategia para abandonar los vehículos de combustión a partir del 2040, entre otras muchas medidas.
European Climate Foundation
«Somos conscientes de que mucha gente espera que los países reaccionen a las advertencias del informe sobre 1,5º C del IPCC. Lógicamente, uno esperaría que en un momento como éste los gobiernos se unan y tomen medidas. Pero desafortunadamente no estamos viviendo en tiempos lógicos, ni los gobiernos funcionan de manera tan lineal. Lleva algún tiempo que la información sea digerida por los gobiernos y que se traduzca en acción», explica Sarah Oppenheimer, portavoz de la European Climate Foundation.
«No solo la ciencia da señales alarmantes; también la gobernanza mundial. Desde el Brexit a Bolsonaro, desde Trump a Turquía, desde el asesinato del periodista Jamal Khashoggi a los anfitriones polacos de la COP24 en Katowice… Hay fuerzas que están debilitando el multilateralismo en el mismo momento en que el mundo necesita trabajar conjuntamente. Se trata de una cumbre fascinante: pero ¿están dispuestos los gobiernos a respetar y a proteger el régimen basado en normas, o se orientarán hacia la geopolítica de las grandes potencias?
La secretaria ejecutiva de la ONU para el Cambio Climático, Patricia Espinosa, ha declarado ante los periodistas que «los impactos del cambio climático jamás han sido peores» y que hay que hacer «mucho más».
La valoración de WWF
«Contamos con que haya un gran avance en Katowice», afirma Manuel Pulgar-Vidal, responsable del Programa global de Clima y Energía de WWF. «En el Acuerdo de París tenemos un mapa de ruta para la acción climática. Los resultados clave que salgan de esta reunión de la ONU entre los responsables de clima sentarán las bases para un progreso continuado y multilateral que aborde el cambio climático en la escala y a la velocidad necesaria para cumplir con lo que la ciencia dice que es necesario», añade
WWF considera que se necesitan una serie de resultados para garantizar y mantener una acción climática continuada:
-Ampliar la acción climática antes de 2020 y acelerar la acción después de este año.
-Adoptar un conjunto de normas que guíen la implementación del Acuerdo de París: que mejoren la transparencia de todos los países con las medidas realizadas para combatir el cambio climático, al mismo tiempo que aumente la responsabilidad y la ambición con los planes climáticos que cada país realice en su territorio.
– Un reconocimiento renovado de que la brecha entre lo que estamos haciendo y lo que necesitamos hacer es insuficiente para poner en marcha completamente el Acuerdo de París.
– Un compromiso de las partes de actualizar y volver a presentar planes nacionales de clima mejorados.
«Debemos asegurar que estamos a la altura de las expectativas en torno a esta ronda de negociaciones», afirma Pulgar-Vidal. «Sin acciones climáticas ambiciones, será prácticamente imposible evitar que se supere el 1,5ºC de aumento de la temperatura global», sentencia.