«No nos explicaron de qué se trata. Espero que nos lo expliquen», declaró desde Jerusalén el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov.
El ministerio ruso estimó que las detenciones «no están en absoluto fundadas y son malintencionadas». «No entendemos las causas que llevaron al ministerio estadounidense de Justicia a hacer declaraciones públicas con tintes de ‘historia de espías’ del tiempo de la Guerra Fría».
Lavrov comentó la fecha del anuncio de la detención, pocos días después de una visita a Estados Unidos del presidente ruso, Dimitri Medvedev, que intenta reactivar con su homólogo estadounidense, Barack Obama, las relaciones ruso-estadounidenses. «El momento en el que se hizo fue elegido con especial delicadeza», destacó.
Según fuentes oficiales, ocho de las 10 personas fueron arrestadas el pasado domingo y se les acusa de realizar durante un «largo periodo de tiempo misiones encubiertas» en Estados Unidos como agentes para Rusia.
Posteriormente, otros dos rusos fueron detenidos por su supuesta participación en el programa de inteligencia de Rusia en el mismo Estados Unidos.
«Cada uno de los 10 fue acusado de conspiración para actuar como agente de un gobierno extranjero, lo que conlleva una pena máxima de cinco años de prisión por la condena», dijo el Departamento de Justicia de EE.UU.
Asimismo, nueve de los agentes rusos arrestados afrontan cargos también supuestamente por «lavado de dinero», señalaron fuentes oficiales estadounidense.
Se prevé, que para este martes comparezcan ante una Corte Federal en Virginia (este) los ciudadanos rusos Richard Murphy y Cynthia Murphy, quienes fueron arrestados por el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por su sigla en inglés) en su residencia en Montclair (New Jersey noreste).
Michael Zottoli, Patricia Mills y Mikhail Semenko también comparecerán en la Corte Federal de Alexandria, Virginia.
Por su parte, en la Corte Federal de Manhattan (noreste) deberán presentarse los acusados Vicky Peláez y Juan Lázaro, detenidos en su residencia en Yonkers (Nueva York, noreste).
En Boston fueron detenidos los agentes conocidos como Tracey Lee Ann Foley y Donald Howard Heathfield, que comparecerán en la Corte Federal de esa ciudad este martes.
En cuanto a Christopher R. Metsos, también buscado en esta operación, está bajo requerimiento judicial porque es «prófugo» de la justicia.
La pena impuesta por la justicia estadounidense por el cargo de conspiración al actuar como agente extranjero sin notificación ante la Fiscalía General de EE.UU. puede aplicar a una pena máxima de cinco años de presión.
Los cargos por lavado de dinero pueden acarrear una pena máxima de 20 años de cárcel.
Los 10 casos fueron presentados en los Estados Unidos ante la Corte de Distrito para el Distrito Sur de Nueva York.
La ley federal de Estados Unidos prohibe a los individuos de actuar como agentes de gobiernos extranjeros en territorio estadounidense sin notificar al fiscal general de ese país.