La máxima instancia judicial estadounidense confirmó así la decisión de un tribunal de alzada para suspender la inmunidad del Vaticano en un caso de un eventual sacerdote pedófilo en Oregon (noroeste). Tras esta decisión, la Santa Sede había apelado ante la Corte Suprema.
El fallo de nueve jueces de este lunes significa que la decisión del tribunal de apelación es definitiva. Un tribunal estadounidense podrá ahora pasar al siguiente paso y examinar la calidad de “empleador” del Vaticano con relación al sacerdote en cuestión, para decidir si puede seguirse el proceso contra la Iglesia católica.
La víctima acusa al Vaticano de no expulsar el sacerdote o, al menos, de no haberlo castigado y apartado de sus funciones.
En la primavera boreal, cuando el caso fue tomado por la Santa Sede, la Corte Suprema había pedido la opinión del gobierno de Barack Obama en cuanto a la conveniencia o no de suspender la inmunidad del Vaticano.
El gobierno estadounidense había pedido a la Corte Suprema que dictaminara que el Vaticano disponía de inmunidad en este caso y que sus altos funcionarios, incluyendo el Papa, no podían ser interrogados.