Patria Grande
El capitán de un barco de alquiler en el estado norteamericano de Alabama, que trabajaba para expediciones pesqueras y transportes en la zona y estaba colaborando con los esfuerzos para contener el derrame de petróleo en el Golfo de México, se suicidó con un disparo en la cabeza.
William Kruse, de 55 años, “estaba en buenas condiciones físicas y no tomaba remedios psiquiátricos”, pero al parecer, el derrame de petróleo “lo tenía muy desanimado”, afirmaron el miércoles otros dueños de botes de la zona a la prensa local.
Representantes de la firma British Petroleum (BP) “lo habían enviado a buscar algo” en la mañana, relató Rod Steade, uno de los forenses del condado de Baldwin. Kruse se debía encontrar con los dirigentes de la petrolera en el muelle donde se carga combustible, “pero ellos escucharon el sonido de un disparo, subieron al bote y lo hallaron” muerto, completó Steade.
Otro de los forenses, Stan Vinson, dijo que no lo sorprendió la decisión de Kruse. “Todas las aguas están cerradas, no hay negocio para los que alquilan sus botes”, afirmó el forense.
El derrame, añadió Vinson, “puso de rodillas la industria del turismo y de la pesca” en la zona del Golfo de México, donde miles de barriles de petróleo se derraman cada día desde el 20 de abril, cuando explotó una plataforma de la BP.
El almirante Thad Allen, de la Guardia Costera, coordinador federal de los esfuerzos para contener el derrame, informó que, además de Kruse, otra persona afectada a las tareas de limpieza murió en las últimas horas, en un accidente en una piscina, pero no se brindaron mayores detalles.