La corrida contra el peso parece no tener fin. Los inversores no confiaron en el anuncio oficial de adelantar los desembolsos del FMI para asegurar los vencimientos de deuda y continuaron desprendiéndose masivamente de los activos con riesgo argentino. Economistas consultados por este diario aseguraron que la respuesta del mercado deja en claro que no hay un programa económico consistente y que se requiere un cambio de rumbo para frenar la incertidumbre. Aseguraron que la inflación este año tiene un piso de 35 por ciento por efecto de la corrección cambiaria pero que si no se toman medidas rápido la aceleración de precios podría ser mucho mayor. Plantearon que la cotización de la divisa seguirá escalando en la medida que los funcionarios sigan sin mostrar cartas sobre la mesa y trazar un programa económico serio.
«Con los anuncios sólo no alcanza. Los dólares del Fondo no sólo no alcanza sino que no sirve. No le aclaran al mercado ni a la gente cómo van a continuar hasta fin de este año y a fin del año que viene. El mercado con esta reacción le está diciendo el Gobierno que si no hay un cambio de rumbo se la van a ver en figurillas», dijo Arnaldo Bocco, director del Observatorio de la Deuda Externa de la Umet. Aseguró que «la situación es muy delicada y no se puede seguir sacrificando reservas. El modelo no es sustentable y poner parches ya no sirve. Los inversores externos, operadores locales y la gente tienen muy claro esta situación».
Bocco aseguró que «el modelo económico tiene que modificarse y por ahora se está a tiempo. No van más las estrategias sin éxito de subir la tasa de interés y que la inflación igual suba. O rifar las reservas para que igual aumente la cotización del dólar», mencionó. Planteó que el Gobierno no es enfático en mostrar cómo van a resolver los problemas y el mercado les pasa factura. Los inversores le están pidiendo directamente a Macri que salga a dar precisiones. Y no las quieren el mes que viene cuando se realice el viaje a Nueva York. Las señales las quieren ya». Indicó que la perdida de credibilidad es muy importante. «Si no se cambia de funcionarios, de modelo, de política es difícil que se revierta este malestar», cerró.
El diagnóstico del ex Investigador Jefe del Banco Central Jorge Carrera avanzó en la misma dirección. «El problema es que falta un plan económico integral. Se deben contemplar todas las variables. El Gobierno no se termina de definir si quiere dejar flotar el dólar o quiere sostener la paridad en algún punto. Lo que es claro que cualquier decisión que tomé tiene que acompañarse con un programa.», inició. Puso un ejemplo claro. «Si dejan que el dólar suba hasta que el mercado encuentre un nivel de equilibrio, se necesita armar todo un instrumental para compensar el impacto redistributivo de una devaluación brusca. Las retenciones son claves por el lado de los alimentos. Pero además se necesitan impuestos especiales para los sectores dolarizados que tienen efecto riqueza extraordinario por la fuerte suba de la divisa». Aseguró además que los exportadores del complejo agropecuario no pueden seguir sin un plazo reglamentado para que liquiden en el país las divisas de las ventas de granos al exterior.
Carrera planteó además que «el plan integral debe enfocarse en la preservación del empleo. Y se deben dar soluciones para que no se rompa la cadena de pagos. Cuando se observan episodios de este estilo, levantarse después resulta muy complicado». Aseguró que «los problemas en el mundo no son graves y que esta crisis es local. El real brasileño, por caso, cotiza a 4, una cifra idéntica a lo que cotizaba hace más de una década en el Gobierno de Lula». Mencionó que «en términos financieros el vencimiento de deuda no parece tan importante, pero el problema es la falta de iniciativa para lanzar una política económica consistente. El Fondo Monetario no puede armar el programa porque no conoce en detalle muchos sobre cómo funciona la economía argentina», apuntó. Para este año afirmó que habrá de piso un 35 por ciento de inflación.
Emmanuel Agis, ex viceministro de Economía, planteó que se esta confundiendo un problema de liquidez con uno de solvencia. «La corrida no es de los inversores por la deuda. La corrida es porque el Gobierno no puede intervenir. Los funcionarios no tienen los dólares líquidos para esta semana. Si el fondo te presta miles de millones de dólares pero no los podés usar para controlar el tipo de cambio, no sirve», indicó. Agis apuntó que este año la inflación estará arriba del 35 por ciento y el PBI caerá cerca de 2 puntos. Agregó que «para el año que viene habrá un fuerte ajuste fiscal y no hay elementos que colaboren para reactivar el mercado interno. La producción primaria (campo) es cerca del 10 por ciento del Producto. El resto va a estar estancado». El economista precisó que «los problemas son de la cuenta financiera y no de la cuenta corriente. La Argentina tiene flujos de capitales más abiertos que la mayoría de las economías. Incluso supera a Chile. Esto hace que el dólar no encuentre su techo», cerró.