Con información de Agencias
Washington.-La Oficina de Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito (Onudd), precisa en un informe público divulgado ayer, que el número de ataques de piratas en el Cuerno de África se duplicó de 111 en 2008 hasta la cantidad de 217 en 2009, y que esta actividad del mar continúa creciendo.
Según el informe de esta agencia de ONU, la piratería en la costa de Somalia tiene su origen en los esfuerzos de los pescadores locales que formaron grupos de vigilancia y protección de sus aguas territoriales, pero que ahora se ha desviado hacia el abordaje de barcos con cargamentos valiosos que pasan por aguas del Cuerno de África.
La ONUDD evaluó en el mismo informe, que el accionar de los somalíes se incrementó como consecuencia de los cargamentos que transportan empresas navieras que se desplazan -pasando por el Canal de Suez- hacia los puertos de Estados Unidos, Europa e Israel, principales destinos o puertos de paso de los buques que se dirigen al Mediterráneo y Atlántico.
En un apartado del informe se menciona a algunos puertos como destinos de cargamentos sensibles como los de Houston, Nueva Orleans, New York, Savannah, Los Angeles y San Francisco (Estados Unidos); Haifa y Ashdod (Israel); Barcelona, Cádiz y Valencia (España), Marsella y Fos (Francia).
El informe destaca que, si bien la mayoría de la piratería parece estar en manos de un pequeño número de grupos dedicados a esta actividad, con ciertos «limitados vínculos» con milicias o grupos insurgentes, esta situación podría «cambiar muy rápido» y aumentar la amenaza que supone si la carga transportada no está totalmente declarada por sus propietarios. En particular la oficina de la ONU se refiere a los llamados “cargamentos fantasmas”o cargas ocultas en grandes containers.
Por otra parte, un tribunal holandés condenó ayer a cinco años de prisión a cinco supuestos piratas somalíes acusados de un ataque frustrado en 2009 a un barco de bandera antillana en el golfo de Adén, perteneciente a la empresa naviera israelí ZIM. El ministerio fiscal había pedido siete años de prisión para los acusados, que durante el juicio declararon que su actividad era la de pescadores artesanales. Los condenados adujeron que, tras salir a pescar tiburones, su barco se averió y pidieron ayuda al buque antillano, que les respondió con disparos.
El informe es similar a un hecho ocurrido la semana pasada cuando tripulantes de un buque portacontenedores de la misma empresa dispararon sobre dos embarcaciones con insurgentes somalíes fuertemente armados, que debieron desistir de su accionar dada la inferioridad en su poder de fuego. Los guardias de seguridad eran comandos de los servicios del Mossad que custodiaban una carga de diamantes oculta en varios contenedores.
El informe señala finalmente que «En términos relativos, la piratería genera fortunas, pero en términos absolutos se sitúa en los 100 millones de dólares anuales».