Por el Dr. Mercola

De acuerdo con un informe realizado en 20171 por Monsanto (desde que se fusionó con Bayer, este último se ha deshecho del nombre corporativo), “los herbicidas a base de glifosato están respaldados por una de las bases de datos más extensas que se hayan compilado respecto a los efectos que un producto pesticida tiene sobre la salud y el medio ambiente.

Los exhaustivos estudios con fines toxicológicos y ambientales realizados durante los últimos 40 años han demostrado reiteradamente el sólido perfil de inocuidad de este herbicida que es ampliamente utilizado”.

Sin embargo, la dichosa evidencia que respalda la inocuidad del herbicida de amplio espectro, Roundup, para humanos y el medio ambiente se basa en investigaciones realizadas o auspiciadas principalmente por Monsanto, asimismo, diversos documentos internos2,3 que se recopilaron durante la fase de descubrimiento legal en las demandas contra la compañía revelan que Monsanto nunca analizó la fórmula del Roundup para determinar su carcinogenicidad.

Asimismo, la evidencia revela que la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos se ha confabulado con Monsanto para proteger los intereses de la compañía al manipular y prevenir investigaciones fundamentales sobre el potencial cancerígeno del glifosato.

El glifosato está relacionado con muchos peligros para la salud

En marzo de 2015, la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), una sección de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que se dedica a la labor investigativa y es considerada la referencia mundial para estudios de carcinogenicidad, reclasificó al glifosato como un “posible carcinógeno” (Clase 2A),4,5 con base en la “escasa evidencia” que demuestra que el herbicida puede causar linfoma no Hodgkin y cáncer de pulmón en humanos, así como en la “contundente evidencia” que lo vincula al cáncer en animales.

Ese mismo año, tras la reclasificación de la IARC, la Oficina de Evaluación de Riesgos a la Salud Ambiental (OEHHA, por sus siglas en inglés) de la Agencia de Protección Ambiental de California, anunció que el glifosato se incluirá en la lista como un producto químico conocido por causar cáncer según la Propuesta 65, que exige el uso de etiquetas de advertencia en productos de consumo con posibles ingredientes cancerígenos.

Monsanto presentó una demanda contra la OEHHA en enero de 2016 con el fin de detener la clasificación del glifosato como un posible carcinógeno, pero un juez de la corte superior de Fresno en California, falló a favor de la OEHHA en febrero de 2017.

Además de su potencial carcinogénico, otras investigaciones que no han sido influenciadas por Monsanto o la industria química en su conjunto, también han relacionado a los herbicidas hechos de glifosato con una creciente lista de efectos perturbadores para la salud y el medio ambiente. Por ejemplo, se ha demostrado que el glifosato puede:

Afectar la capacidad de su cuerpo para producir proteínas completamente funcionales
Inhibir la vía del shikimato (que se encuentra en las bacterias intestinales)
Interferir con la función de las enzimas citocromo P450 (necesaria para la activación de la vitamina D y la creación de óxido nítrico y sulfato de colesterol)
Producir una quelación de minerales importantes
Interrumpir la síntesis y el transporte de sulfato
Interferir con la síntesis de aminoácidos aromáticos y metionina, lo que produce escasez de folatos y neurotransmisores
Interrumpir el microbioma intestinal humano y animal al actuar como un antibiótico
Destruir el revestimiento intestinal, lo que puede provocar síntomas de intolerancia al gluten
Afectar las rutas de metilación
Inhibir la liberación pituitaria de la hormona estimulante de la tiroides, que puede provocar hipotiroidismo6,7

El Roundup es más tóxico que el glifosato por sí solo

En la actualidad, el altamente respetado Instituto Ramazzini en Italia está elaborando un estudio sobre el glifosato8 a nivel mundial con el fin de determinar su carcinogenicidad y potencial de toxicidad crónica.

La fase piloto9 ha revelado que su consumo diario al nivel aceptable de exposición alimentaria diaria definido por la EPA altera el desarrollo sexual en ratas, produce cambios en el microbioma intestinal y exhibe efectos genotóxicos.

Por si fuera poco, las pruebas10 realizadas por el Programa Nacional de Toxicología (NTP, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos, que fueron publicadas el mes pasado, revelan que la fórmula de Roundup es mucho más tóxica que el glifosato por sí solo.

De acuerdo con el resumen de los resultados del NTP, las formulaciones de glifosato alteran significativamente la viabilidad de las células humanas al alterar la funcionalidad de las membranas celulares. En términos simples, Roundup mata las células humanas.

Aunque la prueba en la primera fase no descubrió evidencia donde se sugiera que el Roundup y otros herbicidas a base de glifosato son carcinogénicos, sí demuestra que las formulaciones son más tóxicas que el glifosato por separado–y ya existe evidencia de que el glifosato puede ser carcinógeno. Nada de esto es un buen augurio para Bayer, que ahora es el propietario de Roundup.

El primer juicio sobre la carcinogenicidad del Roundup ha comenzado

En los años que han pasado desde que la IARC clasificó al glifosato como un posible carcinógeno humano, aproximadamente 4 000 personas11 han entablado demandas contra Monsanto bajo el alegato de que el herbicida causó su linfoma no Hodgkin, un tipo de cáncer que comienza en los glóbulos blancos (linfocitos) que forman parte de su sistema inmunológico.

En la actualidad, más de 425 de ellos están a la espera de un litigio multidistrital (MDL, por sus siglas en inglés) con el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos en San Francisco.12

Si bien el procedimiento del MDL es similar a una demanda colectiva, ya que consolida los procedimientos preliminares, cada caso recibirá su propio juicio ante un jurado, y los resultados variarán dependiendo de la solidez de la evidencia en cualquiera de los casos en cuestión.

El compendio de documentos internos que se ha obtenido durante el proceso de descubrimiento han sido publicados por los abogados demandantes, y se han conocido como “The Monsanto Papers” (La investigación sobre Monsanto).13

El primer paciente con cáncer cuyo caso ha llegado a un tribunal es Dewayne “Lee” Johnson,14,15,16 a quien se le concedió un juicio expedito debido a que está a punto de fallecer. En julio, su oncólogo predijo que podría tener solo 6 meses más de vida.17

Johnson – cuya demanda fue presentada ante un tribunal estatal en lugar de un MDL con la esperanza de obtener una resolución más rápida – tiene 46 años, está casado, tiene 2 hijos y afirma haber utilizado Roundup de 20 a 40 veces al año mientras trabajaba como jardinero para el distrito escolar de Benicia en California desde 2012 hasta finales de 2015.18

En ocasiones su trabajo requería que mezclara y rociara cientos de galones de Roundup PRO a la vez. En agosto de 2014 Johnson fue diagnosticado con un tipo de linfoma no Hodkin llamado micosis fungoide. Le dijo a su médico que la erupción que había desarrollado ese verano empeoraba después de la exposición al herbicida.

Su demanda, presentada en 2016 tras haber enfermado demasiado para trabajar, acusa a Monsanto de ocultar los peligros para la salud del Roundup. Su caso judicial comenzó el 18 de junio de 2018 y es presidido por Suzanne Ramos Bolaños, jueza del Tribunal Superior.19

La organización sin fines de lucro “U.S. Right to Know” (USRTK) ha publicado en su sitio web los hallazgos y documentos judiciales relacionados con este caso en particular.20

La selección del jurado comenzó el 21 de junio y en una entrevista con Bloomberg,21 Timothy Litzenburg, uno de los tres abogados de Johnson, comparó el juicio de Johnson con un “canario en una mina de carbón”. El resultado de su caso puede tener un impacto significativo en ensayos futuros, ya sea para bien o para mal.

Juicio Bellwether

En palabras del propio Litzenburg para CNN,22 “el Sr. Johnson está molesto y es la persona más preocupada por la seguridad que conozco. En este momento, es la persona más valiente de los Estados Unidos”.

Litzenburg también representa a más de 2 000 pacientes diagnosticados con linfoma no Hodkin quienes creen que haber utilizado frecuentemente Roundup contribuyó a su enfermedad.

Linda Wells, directora organizativa de la coalición Pesticide Action Network North America quien se encarga del área del Medio Oeste comentó lo siguiente respecto al caso:23

“Durante décadas, Monsanto ha engañado deliberadamente al público sobre la inocuidad de su herbicida que lleva la insignia de Roundup. Si Johnson gana el juicio, será una enorme conmoción para toda la industria de pesticidas”.

De manera similar, CNN señaló que “existen muchas cosas en juego en este proceso jurídico, el cual podría establecer un precedente legal para miles de casos futuros”.24

De acuerdo con Bloomberg,25 Bayer “probablemente asuma el riesgo de Monsanto por los muchos litigios que existen sobre el glifosato” y señaló que, a partir de agosto, el fondo de reserva de Monsanto para abordar su responsabilidad legal y ambiental ascendió a US$ 277 millones. Aunque esto parece ser mucho, podría convertirse en una mínima parte si la cantidad de daños en los casos asciende a los millones.

Se espera que el caso de Johnson concluya a mediados o fines de julio. Asimismo, un segundo caso en St. Louis, Missouri, está programado para ir a juicio en octubre.26 En un reciente artículo de EcoWatch, Carey Gillam, periodista e investigador de interés público para USRTK escribe lo siguiente al respecto:27

“Monsanto y sus aliados en la industria agroquímica criticaron el litigio y la clasificación de IARC como desprovista de validez, lo que contrarresta las décadas de estudios sobre la inocuidad donde se demuestra que el glifosato no causa cáncer cuando se emplea conforme a su diseño.

Monsanto ha citado los hallazgos de la EPA y otras autoridades reguladoras como respaldo de su defensa. La compañía también puede hacer referencia a una evaluación sobre el riesgo del glifosato realizada por la EPA,28 donde se concluyó que probablemente no sea cancerígeno”.

Sin embargo, como se mencionó anteriormente, una parte de la evidencia que ha surgido durante la fase de descubrimiento señala que la EPA se ha coludido con Monsanto para proteger sus intereses.

Una reunión realizada en diciembre de 2016 en la que una comisión consultiva de científicos volvió a analizar la evidencia científica y evaluó la solidez de la decisión que tomó la EPA de exonerar al glifosato, concluyó que la agencia había violado sus propias directrices al omitir datos de estudios en los que se encontró una correlación real con el cáncer.29

La evidencia del juicio también incluye pruebas documentales donde se demuestra que el Monsanto escribió de manera encubierta artículos en los que la EPA se basó cuando respaldaron la inocuidad del glifosato.

Asimismo, existe evidencia de que Monsanto evitó que se publicaron datos perjudiciales. Según lo informado por Gillam, “los abogados de Johnson afirman que los documentos internos de Monsanto demuestran una extensa ‘manipulación’ del registro científico y las interacciones claramente incorrectas y fraudulentas con los supervisores”.

Al menos 10 empleados que trabajan y trabajaron en Monsanto serán llamados al estrado para declarar en el juicio de Johnson. Brent Wisner, un abogado clave en el equipo legal del demandante que entregará las declaraciones de apertura y cierre del caso, señaló: “Vamos a ponerlos en aprietos. Tenemos las pruebas. Si se permite la evidencia que tenemos, Monsanto está en problemas”.

Es poco probable que Bayer restaure o supere la sórdida reputación de Monsanto

Bayer parece estar seguro de su capacidad para rehabilitar la reputación de los productos de Monsanto con el simple hecho de deshacerse del nombre de Monsanto, pero probablemente fracasen. No obstante, la lucha contra Monsanto a nivel mundial ahora se está dirigiendo hacia Bayer como su sucesor.

Un simple cambio de nombre no puede deshacer el daño hecho, y que se sigue perpetrando por Roundup y otros herbicidas hechos de glifosato bajo premisas falsas.

Al igual que Monsanto, Bayer se niega a ceder en lo que respecta a la supuesta inocuidad de Roundup y otros herbicidas a base de glifosato, pese a todas las evidencias en su contra y la inquietud mundial sobre el aumento de los niveles de glifosato en nuestros cuerpos.

Entre 1993 y 2016, la prevalencia de la exposición humana al glifosato aumentó un 500 % y los niveles reales de la sustancia química encontrada en los individuos evaluados aumentaron en un impresionante 1208 %. Tal y como lo señaló Adrian Bebb, activista de alimentos y agricultura de Friends of the Earth Europe:30

“A menos que tome medidas drásticas para distanciarse del controvertido pasado del gigante químico de los Estados Unidos, Bayer se convertirá enteramente en Monsanto a excepción del nombre. Si continúa vendiendo pesticidas peligrosos y transgénicos indeseados, rápidamente se encontrará enfrentando la misma resistencia global que Monsanto”.

Del mismo modo, Forbes pronostica que la fusión entre Monsanto y Bayer no será una transición fácil en lo absoluto para el nuevo gigante químico:31

“Sí, Bayer trajo al mundo la Aspirina y el Fenobarbital. Sin embargo, también registró la heroína como marca y, cuando fue IG Farben durante la Segunda Guerra Mundial, utilizó a prisioneros de los campos de concentración como esclavos y sujetos de prueba para medicamentos con resultados desastrosos. Incluso bajo este contexto, existen 2 desafíos particulares a los que se enfrentarán los líderes de Monsanto que se integrarán a Bayer:

El primero es la historia de Monsanto como empresa privada y el segundo, la ‘toxicidad’ de la marca Monsanto obtenida por su fabricación y comercialización de DDT, policlorobifenilos, Agente Naranja, hormonas recombinantes para el crecimiento bovino, cultivos transgénicos y tanto su modelo como la aplicación de semillas …

Se tienen motivos de sobra para esperar que los trabajadores de Monsanto estén más orientados a los resultados y sean menos empáticos, más jerárquicos y más impulsados por la autoridad que los empleados de Bayer. Estos son obstáculos culturales no resultan ínfimos y se deben superar”.

Monsanto ha sido demandado por etiquetar, promocionar y comercializar Roundup de manera ilusoria

Además de todas las demandas civiles pendientes contra Monsanto, Beyond Pesticides y la Organic Consumer’s Association también lo demandaron32 a nombre del público en general en abril de 2017 al acusarlo de etiquetar, promocionar y comercializar Roundup de manera ilusoria. Este caso también está pendiente, y podría convertirse en otro contratiempo para Bayer.

Según la denuncia, Monsanto “promociona y publicita de manera activa sus productos Roundup como dirigidos a una enzima ‘que se encuentra en plantas, pero no en personas o mascotas’. Estas afirmaciones son falsas y engañosas.” La realidad es que la enzima que el glifosato ataca se encuentra tanto en animales como en humanos ya que reside en nuestras bacterias intestinales.

Mientras Monsanto intentó que se desestimara el caso, el juez de distrito de los Estados Unidos, Timothy Kelly, denegó la moción33 al dictaminar34 que se habían presentado suficientes pruebas para respaldar la acusación.

Quizás algunos todavía recuerden cuando Monsanto promocionó Roundup como “biodegradable” y “ecológico”, e incluso llegaron a afirmar que “dejó el suelo limpio”. Se pusieron fin a dichas declaraciones cuando la compañía fue declarada culpable de publicidad engañosa, ya que la evidencia demostró que el producto químico no es ninguna de esas cosas.

Me parece que finalmente se reconocerá la verdad sobre el impacto de Roundup en la salud humana y el herbicida pasará a la historia como una de las estafas más grandes y peligrosas que se hayan perpetrado por la industria química.