Agencias

La corte suprema de Brasil tratará el próximo martes 26 de junio otro pedido de liberación del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien se encuentra detenido desde el pasado 7 de marzo.

La decisión fue tomada por el juez Edson Fachin, instructor de la Operación Lava Jato en el Supremo Tribunal Federal, quien giró para tratar el asunto a la sala II de la máxima corte, considerada la más garantista.

El pedido extraordinario hecho por la defensa del favorito del candidato presidencial para los comicios de octubre, reclama que el líder del Partido de los Trabajadores (PT) sea liberado para esperar el juzgamiento de su apelación ante la tercera instancia.

“La liberación no causará ningún daño a la justicia pública o a la sociedad, dado que el mantenimiento de la prisión causa lesión grave de difícil reparación. Se trata un precandidato presidencial que corre riesgo de tener sus derechos políticos indebidamente cortados, lo que es algo gravísimo e irreversible”, dice el pedido de la defensa.

Lula se encuentra recluido en una celda de Curitiba, luego de acatar la sentencia dictada por el juez Sérgio Moro, quien lo condenó por presunto “soborno”, argumentando que aceptó un apartamento como medio de pago por parte de la Constructora OAS. Por esta acusación, sin pruebas, se le condena a 12 años y un mes de prisión.

El pasado 16 de junio, La corte suprema de Brasil emitió un fallo contra las prácticas de la Operación Lava Jato y por mayoría declaró inconstitucional la conducción coercitiva, el instrumento legal para que los investigados sean obligados a testimoniar por la fuerza, como hizo en marzo de 2016 el juez Sérgio Moro con el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

Por 6 a 5, el Supremo Tribunal Federal, máxima instancia judicial brasileña, ratificó que llevar a alguien a declarar por la fuerza no siendo ni imputado ni procesado debe hacerse apenas como último recurso, si la persona ya se negó a las intimaciones formales.