TeleSUR
Luego de dos semanas de que Guatemala fuera azotada por la tormenta tropical Agatha, algunas comunidades de la nación siguen encarando dificultades puesto que el daño en las carreteras mantiene incomunicada a la población y obstaculiza la entrega de ayuda humanitaria.
Los habitantes de la municipalidad de San Antonio de Palopó, ubicada a orillas del lago Atitlán en el departamento de Solosá (oeste), se encuentran hace varios días intentando despejar la carretera principal de la región luego de que el fuerte aguacero bloqueara la vía con piedras y lodo, informó el corresponsal de teleSUR en Guatemala, Mario Rosales.
Rosales reportó que debido a la dificultad para llegar a la zona por vía terrestre, el apoyo humanitario ha sido entregado por embarcaciones, lo cual ha provocado que los pobladores pasen días sin recibir alimento.
Residentes de la localidad como Luciano Pérez, expresaron que debido a las precarias condiciones en las que se encuentra el municipio la gente abandona el lugar.
”Mi familia se fue de una vez (…) y 12 de mis sobrinos se fue de una vez, estoy triste”, sostuvo el residente de San Antonio al corresponsal.
Otros habitantes como Paulo Pérez comentó que todavía existen personas tapiadas por los derrumbres y los moradores que vuelven al lugar sólo regresan para rescatar enseres o porque no tienen otro lugar para refugiarse.
”Todas las personas que murieron acá, quedaron sepultadas debajo de lo que cayó de la montaña. La mayoría de viviendas se encuentran en alto riesgo, y quienes sobrevivieron a los derrumbes, han regresado a tratar de rescatar algo, pues dicen no tienen a donde ir”, dijo.
El departamento de Solosá es una de las regiones más vulnerables a los desastres naturales de Guatemala, puesto que se ubica entre el lago Atitlán y las montañas de la región.
No es la primera vez que Solozá se ve afectada por las tragedias naturales. En el año 2005, durante el paso de la tormenta Stan , más de 600 personas murieron sepultadas por un alud de lodo y piedras.
El gobierno guatemalteco, por su parte, bajó este viernes el nivel de alerta que había decretado el pasado 29 de mayo a naranja.
El titular de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), Alejandro Maldonado, informó que se había decidido bajar la alerta de roja a anaranjada puesto que las tareas de campo han descendido.
Los esfuerzos del gobierno en la actualidad se están concentrando en la ayuda humanitaria y en la recuperación y rehabilitación de las áreas que se vieron afectadas por el paso de la tormenta.
El Gobierno evalúa las pérdidas económicas ocasionadas tanto por Agatha y la erupción del volcán Pacaya este mes.
Por su parte , la cúpula empresarial de la nación estima que los mayores daños se han producido en el sector agrícola y comercial.
Los empresarios consideraron que se perdieron un 5, 0 por ciento de las hectáreas sembradas de banano, 4,0 por ciento de la producción total de café, 200 mil quintales (sacos de 46 kilos) de mango y 450 mil litros de leche.
Ante esta situación, especialistas del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), anunciaron que realizarían una visita al país centroamericano para efectuar una evaluación económica a esa nación que fue golpeada por la naturaleza recientemente.
Según el último informe de víctimas y daños emitido por la Conred, la tormenta dejó un saldo de 172 muertos y 101 desaparecidos.
Además, unas 98 mil personas se encuentran en albergues temporales, un total de 344 mil 814 han sido afectadas y otras 126 mil se encuentran en situación de riesgo.
En todo el territorio nacional unas dos mil 500 comunidades presentan daños de algún tipo a causa de las intensas lluvias.