TeleSUR
Ante la inminente llegada de la marea negra, producida por el derrame petrolero en el Golfo de México, al Estado de Florida (sur de Estados Unidos) los turistas se han negado a acercarse a famosos balnearios de esta región como la playa de Pensacola, famosa por sus aguas cristalinas y la arena blanca.
“Los teléfonos dejaron de sonar en busca de reservas“, declaró una trabajadora de Visit Pensacola, la oficina de turismo local, Laura Lee, a la prensa internacional.
Por lo general, lo visitantes de este atractivo balneario se entretienen en actividades como la pesca deportiva y el buceo pero en días recientes no se ha observado a ninguna persona disfrutando de estas prácticas recreativas.
En estos momentos, parte del derrame se encuentra a menos de 15 kilómetros de esta playa de Florida , indicó el servicio oceánico y meteorológico estadounidense (NOAA, en inglés) este miércoles.
Como una manera de tranquilizar a los turistas, Visit Pensacola ha dispuesto una cámara en el sitio la cual monitorea el estado del balneario turístico.
“El pronóstico de NOAA es que por los menos hasta el sábado en la tarde no tendremos petróleo en las playas de Pensacola, luego habrá que ver“, sostuvo Lee.
Debido a la rotación de los vientos, la marea negra tocó las costas de Alabama este miércoles y se estima que llegará a Pensacola en las próximas 48 horas.
Pese a que la situación es apremiante y se necesitan medidas inmediatas, todo parece indicar que no habrá una verdadera resolución sino hasta el mes de agosto.
El espeso velo que cubre el Golfo de México ya duplica en la actualidad el tamaño de Jamaica.
Más de 3,5 millones de personas visitan las playas de Pensacola cada año los cuales cuentan con una oferta hotelera de siete mil habitaciones que ofrece sus servicios sobre todo en los meses de septiembre y agosto.
Próxima a Pensacola está la playa de Perdido Key, considerada uno de los 20 balnearios más bellos de Estados Unidos, la cual también se ha visto afectada por el pánico a la marea negra.
Un trabajador de un complejo hotelero de Perdido Key sostuvo a la prensa internacional que han tenido cancelaciones por el temor al derrame.
“La gente está un poco preocupada. Estamos viendo qué pasa en los próximos días para ver si el petróleo llega o no. Vamos a tener que rezar”, agregó.