“Hemos decidido declarar alerta roja en todo el territorio nacional”, dijo Funes en rueda de prensa la madrugada del domingo tras un reunión con su gabinete y representantes de la Dirección General de Protección Civil.
El mandatario explicó que con la medida se quiere “poner toda la maquinaria del estado al servicio de la atención de la emergencia inmediata para poder salvar vidas y evitar más tragedias que lamentar”.
La declaratoria permite al gobierno utilizar los recursos “necesarios en apoyo para la atención de la emergencia”, la suspensión de clases en todos los centros escolares, evaluaciones de daños y análisis de necesidades en zonas afectadas, entre otros.
Funes informó que las lluvias que arrecian al país desde el miércoles, han causado la muerte de una niña de 10 años, dos adultos y más de 5.000 evacuados “y por supuesto esta cifra va a ir en aumento en la medida en que vayamos identificando situaciones de alto riesgo, especialmente de aquellas comunidades que viven en las cercanías de ríos”.
La medida fue emitida pocas horas después de declarar la tarde del sábado una alerta naranja luego que arreciaron las lluvias y que marcó la evacuación de afectados en las zonas de alto riesgo.
La tormenta podría degradarse en las próximas horas luego de tocar tierra la noche del sábado en la vecina Guatemala, afectada además por la erupción del volcán Pacaya.
Funes dijo que su colega guatemalteco Alvaro Colom le solicitó la tarde del sábado mantener la apertura del aeropuerto Internacional de Comalapa, al sur de la capital ante el cierre del aeropuerto guatemalteco Aurora.
El ministro salvadoreño de Obras Públicas, Gerson Martínez, informó que las lluvias han causado en El Salvador al menos 139 deslizamientos de tierra, la mayoría en carreteras en el departamento de La Libertad, en la región central del país y al sur de la capital.
El jefe de Protección Civil, Jorge Meléndez agregó que en el municipio de Mejicanos, en la periferia noroeste de la capital, tendrán que evacuar a los residentes de 14 comunidades ubicadas en las cercanías de la Quebrada Las Lajas, abajo del cerro El Picacho, la zona más alta del volcán de San Salvador.
Además se mantiene la suspensión de la pesca artesanal, así como las actividades turísticas y comerciales en la línea de la costa del Pacífico.
Las autoridades informaron que el nivel del río Acelhuate que pasa por toda la capital, se ha incrementado y el agua está a punto de salir a las calles adyacentes.