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La petrolera British Petroleum (BP), responsable del vertido de petróleo en el golfo de México, admitió este sábado que hasta el momento no ha conseguido detener el escape de crudo, aunque continúa la inyección de lodo pesado en el pozo averiado, reporto Telesur.

Tras 40 días haberse iniciado el derrame de crudo y luego de haber vertido cientos de miles de barriles de petróleo en el Golfo de México, el director de operaciones de BP, Doug Suttles, indicó a la prensa que desconocen si este nuevo intento tendrá éxito.

Ante la incertidumbre, BP anunció que ya ha comenzado a preparar otra medida alternativa. Esta vez, la empresa británica tratará de colocar una cúpula sellante.

La operación para intentar taponar el pozo mediante una inyección de materiales a presión (denominada ‘top kill’) comenzó el pasado miércoles, con la idea de que la mezcla de agua y lodo pesado actúe como un cemento que bloquee el flujo de petróleo.

La magnitud del derrame petrolero en el Golfo de México es considerada cinco veces mayor a lo estimado desde un principio, puesto que el crudo que emana del pozo alcanza entre los 12 mil y los 19 mil barriles diarios y no 5 mil como se había pensado en un primer momento.

Con las nuevas consideraciones, el derrame de crudo habría arrojado al menos 480 mil barriles de petróleo al día, lo que equivale a 76 millones 320 mil litros vertidos al mar.

En las costas estadounidenses, fuentes ecológicas han señalado que el derrame ha afectado a más de 400 especies marinas, entre estas, ballenas, delfines, 110 tipos de aves neotropicales migratorias, mariscos, entre otras.

La plataforma de extracción de petróleo submarino era una de las más grandes del mundo, poseía 140 áreas de operación y tenía una capacidad para albergar a 18 mil trabajadores.