La compañía petrolera estatal brasileña Petrobras extrajo con éxito ayer el primer barril de crudo del megacampo petrolero de Tupí, ubicado a 6.000 metros de profundidad, frente a las costas del estado de San Pablo, informó la agencia Ansa.
La ceremonia realizada anoche en Río de Janeiro, en la sede de Petrobras, fue encabezada por el presidente Lula da Silva, quien anunció que el gobierno cambiará su política petrolera pero respetará los contratos existentes, frente a los descubrimientos de 2007 en la llamada capa geológica pre sal submarina.
El presidente Lula anunció también que Petrobras, empresa de capital abierto que cotiza en la Bolsa de Nueva York, deberá ceder terreno ante el inminente cambio de la legislación petrolera.
«Petrobras tiene que saber que no es más que Brasil, sino que Brasil es más que Petrobras y que Brasil creó Petrobras», al recordar al fundador de la empresa en 1953, el entonces presidente Getulio Vargas. Pero compensó al afirmar que con estos descubrimientos Petrobras se consolida como la primera en el mundo en exploración petrolera de aguas profundas.
Lula adelantó que espera de forma «urgente» el nuevo marco regulatorio de los megayacimientos submarinos de la Cuenca de Santos por parte de una comisión encabezada por la ministra jefa de la Casa Civil, Dilma Rousseff, y el ministro de Minas y Energía, Edison Lobao.
«No existe país en el mundo que no haya cambiado sus reglas luego de grandes hallazgos de petróleo», recordó Lula, quien por otra parte garantizó que se respetarán los contratos existentes.
El gobierno debate si crea un ente estatal que comparta las ganancias de la producción de crudo y de gas de las empresas que exploten los campos de la Cuenca de Santos.