De acuerdo con voceros de la compañía y la Guardia costera de Estados Unidos, la estrategia que inicio este miércoles logró «estabilizar el flujo» que provocó la marea negra.
Así lo afirmó el almirante de los guardacostas de EE.UU., Thad Allen, a una radio local, sin embargo aún se espera por un pronunciamiento oficial que confirme la detención del peor derrame de la historia de los Estados Unidos.
La operación «top kill» consiste en inyectar más de 8 mil litros por minuto de una solución de agua, materias sólidas y barita -un mineral- en dos conductos que conducen a la válvula de seguridad del pozo para intentar reducir la presión con la que se dispara el crudo a cero, y posteriormente empezar a inyectar cemento para sellarlo.
Hasta los momentos no se había realizado nunca una operación de este tipo a tanta profundidad (mil 500 metros) y el grupo estimó en 60 ó 70 por ciento sus posibilidades de éxito.
Sin importar la efectividad del operativo «top kill», el derrame se está convirtiendo en el peor accidente de este tipo en la historia del planeta, lo que ha obligado a Washington a ajustar rápidamente la regulación de la industria petrolera.
El senador estadounidense por Alaska (noreste), Mark Begich, afirmó que el Departamento del Interior le comunicó que el Gobierno anunciará la suspensión de las concesiones de perforación exploratoria en el Ártico hasta el 2011.
«Con los riesgos incrementados, los costes incrementados, tienes una noción de hacia dónde vamos», sostuvo el presidente estadounidense, Barack Obama, en un viaje a California este miércoles.
«No vamos a ser capaces de sostener esta clase de uso de combustible fósil», agregó.
Obama, que ha descrito la crisis en el golfo como «desgarradora», ofrecerá su respuesta al derrame a las 12H45 hora local (16H45 GMT) en una rueda de prensa desde la Casa Blanca.
Las técnicas «top kill» utiliza robots submarinos para ayudar a inyectar líquidos pesados conocidos como lodo de perforación y posteriormente cemento en el pozo ubicado en el lecho marino a mil 500 metros de profundidad.
La compañía ha perdido casi una cuarta parte de su valor de mercado desde la explosión de la plataforma el 20 de abril, y los inversores podrían comprar papeles de BP si el pozo es sellado en este intento tras una serie de fracasos.
Si el procedimiento falla, BP tiene otros métodos que aplicar, y el siguiente podría ser ubicar un aparato de contención sobre el averiado mecanismo que previene explosiones, una estructura que se encuentra en el extremo superior del pozo en el fondo oceánico
BP también está perforando pozos de alivio que deberían detener el flujo del pozo principal, pero éste plan tardaría por lo menos hasta el mes de agosto.
La compañía con sede en Londres estima que el petróleo ha estado brotando desde el pozo a un ritmo de cinco mil barriles (795 mil litros) al día, aunque algunos científicos creen que el volumen podría ser mucho mayor.