Evo Morales siguió el recorrido del Che y sus últimos 17 soldados en la quebrada del Churo.

Evo Morales siguió el recorrido del Che y sus últimos 17 soldados en la quebrada del Churo.

Página 12

«Hace 50 o 60 años la lucha era muy distinta: era con armas, con balas. Ahora la lucha es con la conciencia y con el voto», dijo Morales. Estaban presentes las hijas e hijos de Guevara y dos guerrilleros sobrevivientes, entre otros invitados.

Desde Cochabamba

Hoy concluyen los actos desarrollados en los últimos días para conmemorar el asesinato de Ernesto Che Guevara en La Higuera, una comunidad campesina perdida en los valles cruceños, cuyas 14 casas periódicamente salen del olvido para recibir a miles de visitantes de todo el mundo. Desde ayer, el maestro de ceremonias es el presidente Evo Morales, que incluso armó su carpa junto a la de quienes llegaron hasta Vallegrande, el poblado más cercano a La Higuera. Hoy, a 50 años de la muerte del Che, Morales encabezará la marcha de los pueblos por las calles vallegrandinas y dará el discurso de cierre de este encuentro, que tiene entre sus participantes a los cuatro hijos del guerrillero argentino-cubano, a un hermano y a varios funcionarios de la isla caribeña.

«Estamos en otros tiempos, en tiempos de la liberación democrática. Hace 50 o 60 años la lucha era muy distinta: era con armas, con balas. Ahora la lucha es con la conciencia y con el voto. Son revoluciones democráticas», dijo el presidente al canal estatal Bolivia TV. Y agregó: «Esa lucha sigue y seguirá mientras existan el capitalismo y el imperialismo».El helicóptero del presidente Morales aterrizó ayer, llenando de polvo y pasto a las mil personas –bolivianas y extranjeras– que esperaban su llegada. Al instante se unió al grupo que recorría los caminos comunales por donde hacía justamente 50 años, el 8 de octubre de 1967, Ernesto Guevara y el puñado de guerrilleros que le quedaban fueron finalmente atrapados por el Ejército, luego de una desgastante persecución de meses a través de estos montes bajos y secos. Para lograr su objetivo, el gobierno militar de aquellos años tuvo la ayuda determinante del gobierno de Estados Unidos, a través de la CIA.

Morales siguió el recorrido del Che y sus últimos 17 soldados en la quebrada del Churo, donde se enfrentaron con los 60 hombres liderados por el capitán Gary Prado Salmón. Tres guerrilleros murieron en combate, cinco lograron escapar y los demás fueron tomados como prisioneros. Desde ahí caminaron dos horas hasta llegar a La Higuera, en cuya escuela terminó la vida del líder comunista.

«Ya no son tiempos de imperios. Estos son tiempos de justicia, de igualdad, Ahí tenemos profundas diferencias con el sistema capitalista, que es de lujo, es de lucro, y que mercantiliza los servicios básicos», sostuvo Morales mientras caminaba hacia La Higuera.

En el escuela donde Guevara fue ejecutado por el sargento Mario Terán, el presidente Morales depositó una ofrenda floral. Eran parte de la comitiva el vicepresidente cubano, Ramiro Valdés, y las hijas e hijos del Che: Aleida, Celia, Camilo y Ernesto.

También llegaron hasta La Higuera y Vallegrande, en el departamento de Santa Cruz de la Sierra, dos sobrevivientes de la guerrilla del Che: los cubanos Harry Villegas Tamayo (alias Pombo) y Leonardo Tamayo Núñez (alias Urbano).

«Nosotros vinimos a ayudar a un grupo de jóvenes progresistas que querían una Bolivia distinta, una Bolivia más equitativa», dijo Pombo, quien por primera vez regresa al país desde 1967.

«Podrán imaginarse la emoción y lo que representa desde el punto de vista humano volver a estos lugares en los que dimos algo de nuestras propias vidas. Imagínense, estar otra vez donde tuve que correr tanto, en donde tuve que pelear, donde tuve que matar y en donde tuve que luchar para vivir», dijo el viejo guerrillero, quien también combatió junto al Che en el Congo.

En La Higuera y en Vallegrande, la militancia evista recibió a su líder coreando: «El Che vive, Evo sigue». Los actos por los 50 años de la muerte de Guevara están atravesados por una cuestión política local: una tercera reelección de Evo Morales como presidente de Bolivia, papel que desempeña desde 2006. Según la Constitución aprobada por el MAS en 2009, al líder aymara ya no le será posible repostularse. Por ello, el año pasado se realizó un referéndum que también rechazó la posibilidad de modificar la Constitución para habilitar a una nueva candidatura. En estos días, el Tribunal Constitucional Plurinacional evalúa si cumple o no el deseo de Morales.

Por ello, la acampada presidencial será una oportunidad para tener reuniones con organizaciones sociales de Bolivia y otros países, afinando la estrategia electoral hacia 2019. «El (Morales) ha abierto su carpa. En su campamento también hay un par de carpas aledañas para que pueda pernoctar su seguridad y también se ha habilitado un espacio para que pueda sostener algunas reuniones», dijo la ministra de Comunicación, Gisela López.

Desde el 5 de octubre hasta hoy, en Vallegrande tuvieron lugar una serie de actos, charlas, muestras de fotos, proyección de películas, en el marco de los 50 años de esta gesta revolucionaria.

El gobierno boliviano calcula que 20 mil personas llegaron hasta este municipio para recordar al Che, a Tania y a sus compañeros. La mayoría vienen de Argentina, Perú, Venezuela, Chile y Colombia. En el poblado y la recóndita La Higuera, entre banderas nacionales y partidarias con la cara del Che, remeras con la cara del Che, aparece ahora otro rostro barbudo en los carteles. Jóvenes de todo el mundo aquí también preguntan: «¿Dónde está Santiago Maldonado?».