El presidente ruso, Vladimir Putin

El presidente ruso, Vladimir Putin

Agencias

El presidente ruso, Vladimir Putin, amenazó este martes con reducir en otras 155 personas el personal diplomático de Estados Unidos en Rusia. «Es difícil dialogar con gente que confunde Austria y Australia», se quejó Putin en una conferencia de prensa en la ciudad china de Xiamen, donde asiste a una cumbre de naciones del grupo de los BRICS.

Interrogado por si se siente «decepcionado» por las decisiones del presidente de EEUU, Donald Trump, Putin dijo que es una pregunta «ingenua», porque «Trump no es mi mujer» y «cada parte tiene sus propios intereses». En julio, en un contexto de tensiones entre las dos potencias, Putin ordenó reducir de 755 a 455 el número de diplomáticos estadounidenses y empleados (unos rusos y otros estadounidenses) en Rusia. Fue una reacción a las nuevas sanciones económicas impuestas por Washington por el conflicto en Ucrania.

El presidente cree que las últimas expulsiones ordenadas por Washington hacen que de nuevo ambos países no estén en paz. Según el líder ruso, Estados Unidos contabiliza erróneamente a 155 diplomáticos rusos que trabajaban en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York como diplomáticos rusos en suelo estadounidense. Si se eliminan de la ecuación, dijo Putin, Rusia tiene menos de 455 diplomáticos en Estados Unidos. «Si hablamos de paridad absoluta son 455 menos 155», indicó Putin: «Por eso nos reservamos el derecho a tomar una decisión sobre el número de diplomáticos estadounidenses». «Los estadounidenses redujeron el número de nuestras instalaciones diplomáticas, y es su derecho». Pero Putin lamenta que se haya hecho «de una manera tan claramente maleducada, y eso no deja bien a nuestros socios americanos».

Moscú denunció la «inspección ilegal» de la oficina diplomática rusa. Lo considera una «acción agresiva sin precedentes», que podría ser utilizada por los servicios secretos de Estados Unidos para dejar objetos comprometedores dentro. Pero el jefe del Kremlin sólo ha dejado entrever sus cartas: «Nos reservamos el derecho a tomar una decisión sobre el número de diplomáticos estadounidenses en Moscú, vamos a esperar y ver cómo se desarrolla la situación», añadió. «Es difícil mantener un diálogo con gente que confunde Austria con Australia. Pero no hay nada que hacer. Por lo visto, ese es el nivel de cultura política de determinada parte de la élite dominante estadounidense», dijo Putin, en lo que parece ser una referencia a un episodio protagonizado hace una década por el entonces presidente estadounidense George W. Bush, que confundió estos dos países.

La Casa Blanca dijo que el presidente Trump ordenó personalmente el cierre del consulado de San Francisco y los anexos en Washington y Nueva York la semana pasada. La llegada al poder del presidente norteamericano creó en un primer momento esperanzas de una mejora de las relaciones entre rusos y estadounidenses. Pero la tensión no ha dejado de subir y en julio el Congreso de EEUU aprobó un texto legal que no sólo establece nuevas sanciones contra Rusia, sino que despoja a Trump de su facultad de modificarlas o cancelarlas. Las acusaciones de injerencia electoral y de espionaje mantienen las relaciones en su peor registro desde la Guerra Fría.

Esta última decisión de Putin de seguir presionando a Trump es una demostración de que no está dispuesto a ceder aunque su margen de maniobra no sea grande. La mayor parte de los que han perdido su puesto de trabajo por el ‘recorte’ impuesto por Moscú al servicio diplomático norteamericano son rusos contratados por EEUU, que ha decidido reducir la emisión de visados a ciudadanos rusos ante la escasez de personal para tramitarlos.