Agencias

Londres, mayo 17 – El ministro de Economía británico, George Osborne, lanzó este lunes un mensaje inequívoco a los mercados: no perderá un minuto para atajar el déficit. Ése fue el principal propósito de su comparecencia, salpicada de anuncios y propuestas.

La más importante es la creación de una Oficina de Responsabilidad Fiscal: un organismo independiente que presidirá el economista de prestigio Alan Budd y que a partir de ahora arrebatará al Gobierno el poder de establecer predicciones económicas. «Hasta ahora se hacían los presupuestos y luego se ajustaban los pronósticos», ha proclamado Osborne, «a partir de ahora se hará justo al revés».

Osborne ha anunciado la fecha de sus primeros presupuestos: el 22 de junio. Pero no esperará hasta entonces para anunciar los recortes que se avecinan: alrededor de 7.000 millones de euros cuya letra pequeña se conocerá el próximo lunes. El Tesoro revisará todos los compromisos de gasto que dejó firmados el Gobierno laborista y se reserva el derecho de rescindir aquéllos que no sean necesarios o que sean demasiado caros.