Durante las protestas del sábado —celebradas en al menos 20 localidades, incluyendo Washington, Atlanta, Nueva York, Nueva Jersey, Chicago, Phoenix, Boston, Portland y Los Ángeles— los activistas exigieron las renuncias del mandatario de EE.UU. y su vicepresidente, Mike Pence.
Al menos dos personas fueron detenidas en las manifestaciones, organizadas por Refuse Fascism. Los participantes aseguraron que la Administración de Trump ignora los derechos básicos de los estadounidenses y trata de criminalizar la disidencia, lo que equivale a un régimen fascista, afirmaron.
Además, rechazaron la brutalidad policial, el racismo y el fanatismo en Estados Unidos. De igual manera, clamaron que las políticas del inquilino de la Casa Blanca son una amenaza para el mundo.