«La piratería intelectual en los mercados externos es mortal para las empresas estadounidenses y destruye los puestos de empleo para los trabajadores de este país», dijo en una declaración el Representante de Comercio Exterior de EE.UU., Ron Kirk.
La traducción literal sería: «El robo de propiedad intelectual en el exterior es un asesino de las exportaciones de las empresas americanas y un asesino del empleo para los trabajadores estadounidenses aquí en el país»
En su manifestación anual de paranoia, mitología y criminalización, característica del país mayor consumidor de alucinógenos del Mundo, la Oficina del Representante de Comercio Exterior (USTR, por su sigla en inglés) también acusó a Argentina, Venezuela, China, Rusia, Argelia, Canadá, Indonesia y Pakistán de no proteger la propiedad intelectual.
En una llamada «lista de observación» de nivel inferior (los malos, pero no tanto), USTR incluyó a Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, Guatemala y México.
En esa lista también figuran España, Bielorrusia, Brunei, Egipto, Finlandia, Gracia, Italia, Jamaica, Kuwai, Líbano, Malasia, Noruega, las Filipinas, Rumanía, Tayikistán, Turquía, Turkmenistán, Ucrania, Uzbekistán y Vietnam.
Pese a que Estados Unidos reconoce que Chile tomó acciones positivas frente al tema durante como la Firma de un TLC, la creación de la Brigada Especial de Propiedad Intelectual (Bridepi) dentro de Policía de Investigaciones, la ratificación del Tratado de Cooperación de Patentes (PCT, en inglés), administrado por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), la creación del Instituto Nacional de Propiedad Intelectual y la modificación a la Ley de Propiedad Intelectual), el país figura dentro de los 11 países que integran esta lista. Las transnacionales lo quieren todo del mejor alumno de Sudamérica en materia de propiedad intelectual. Cuentan con que el nuevo gobierno derechista de Piñera, ayude.
El gran argumento es que no se cumple a cabalidad con el capítulo de propiedad intelectual del Tratado de Libre Comercio con EE.UU. que comenzó a regir en 2004, una realidad que los actores del mercado reconocieron era un desafío pendiente durante un reciente foro de directores de propiedad intelectual de Latinoamérica desarrollado en Santiago de Chile.
Son las asociaciones de empresas farmacéuticas y de industrias basadas en copyright de los Estados Unidos las que constantemente hacen lobby por estos temas y presionan a gobiernos para que modifiquen normativas a favor de los intereses comerciales de las corporaciones USA.