Según la consultora CCR, las ventas de los alimentos, bebidas, artículos de tocador y limpieza de la canasta básica cayeron un 4,7% solo duarante el año pasado, aunque la recta descendente viene desde 2014.
Diciembre de 2016 cerró con un descenso del 5,9% interanual en unidades, y la gerente de Trade de CCR, expresó: «Es la mayor caída desde la crisis de 2002, aunque los consumidores percibieron el año pasado como un año de crisis».
Asimismo, no ven mayores cambios para esta parte del año: «El primer trimestre será negativo. Proyectamos recién mejoras a partir de abril, luego de un febrero y marzo de ajustes en tarifas, servicios y prepagas. Y los repuntes no serán nada drásticos».
Por otro lado, en el informe se evidenció que la gente dejó de lado las preferencias por sus marcas, para poder llegar a comprar los productos. Esto quedó más evidenciado aún durante las compras de Navidad y Año Nuevo.
«El consumidor argentino hoy no es fiel a una sola marca, sino que juega con dos o tres marcas líderes con las promociones que encuentra», agregó la especialista.
Por ejemplo, muchos fueron encuestados sobre qué champagne comprar, y estuvieron abiertos a resignar las marcas que antes consumían. Lo mismo sucede con los pan dulces y los budines.
Guillermo Moretti, titular de la Federación Industrial de Santa Fe (FISFE), afirmó que la actividad industrial de 2016 fue «la peor de los últimos 15 años, y se debió sobre todo a la merma en el consumo y del poder adquisitivo de los trabajadores».
Por esa razón, en declaraciones por radio LT3 de Rosario consideró que “si (desde el Gobierno) le ponen un techo del 17 por ciento a las negociaciones paritarias, el 2017 no va a ser un buen año desde el punto de vista industrial».
“El dato nacional de la UIA (Unión Industrial Argentina) marca una caída del 5,1 por ciento, pero que en Santa Fe hay rubros, como la industria láctea, donde la caída fue del 19,4 por ciento, la acería un 26 por ciento, la metalmecánica un 12 por ciento o la carne avícola del 6,8 por ciento».
Para Moretti, la causa principal de la debacle “está en que el 80 por ciento del producto bruto del país es el consumo interno, y ha caído el poder adquisitivo de la gente, aumentando tarifas, combustibles y productos».