La Jornada.-
Adén. Al menos 41 presuntos milicianos de Al Qaeda y 16 civiles, ocho mujeres y ocho niños, murieron este domingo en Yemen, en el primer ataque aéreo de gran envergadura atribuido a Estados Unidos en este país desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
El bombardeo fue realizado a primera hora de la mañana por drones y helicópteros Apache en Yakla, en la provincia de Baida, en el centro de Yemen, indicó un responsable provincial.
Fuentes tribales confirmaron este balance de 57 muertos, entre los que figuran saudíes y egipcios, y precisaron que algunas personas seguían bajo los escombros de casas alcanzadas por el bombardeo.
Drones y helicópteros Apache, armados con ametralladoras pesadas, atacaron objetivos de Al Qaeda en una escuela, una mezquita y un dispensario, precisó este responsable que requirió el anonimato.
Por su parte, las fuentes tribales dieron cuenta de la participación de comandos y soldados estadunidenses en tierra.
El jefe local de Al Qaeda, identificado como Abu Barazan y de nacionalidad extranjera, figura entre las personas muertas en la operación, precisó el responsable provincial.
En el ataque también murieron tres jefes tribales vinculados a Al Qaeda: los hermanos Abdelrauf y Soltan al Zahab y Saïf Alawai al Jawfi, informaron fuentes tribales y locales.
Más de 100 muertos en combates entre rebeldes y ejército en el oeste
Más de 100 personas murieron en 24 horas en Yemen en ataques aéreos y combates entre las fuerzas progubernamentales y los rebeldes hutíes por el control de zonas costeras del mar Rojo, informaron este domingo fuentes militares y médicas.
Los rebeldes y sus aliados perdieron 90 hombres, informaron dichas fuentes, precisando que los combates en la región de Moca, en el suroeste del país, costaron la vida a por lo menos 19 soldados leales al régimen.
Las tropas leales al presidente Abd Rabbo Mansur Hadi, respaldadas por una coalición árabe bajo mando saudí, intentan reconquistar la ciudad de Moca donde se enfrentan a una fuerte resistencia de los rebeldes.