Eldestapeweb.- El primer año de gobierno de Mauricio Macri terminó con 241.774 despidos y suspensiones. Asimismo, en el último mes hubo un incremento de 4,08% en diciembre respecto de noviembre. Sobre el total, la participación del sector público, en términos de despidos y suspensiones, tuvo un incremento de 0,65 por ciento en diciembre.

«Luego del impacto inicial que tuvieron los despidos en los distintos ministerios nacionales, carteras provinciales y municipales, los despidos y suspensiones del sector privado ya hacia marzo superaban ampliamente a los contabilizados en el sector público. En los meses subsiguientes, las pérdidas de puestos de trabajo en el orden privado ascendieron, mientras que los del sector público redujeron», advierte el informe difundido por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA). «Sin embargo, en diciembre el sector público vuelve a incrementarse en términos relativos por encima del sector privado», agrega.

En el documento se observa, además, que hay 5.053 despidos más en el sector privado en diciembre. «En este ámbito se evidencia un incremento en la participación del sector industrial sobre el total de despidos y suspensiones con 4.110 despidos y suspensiones adicionales», marca CEPA.

Si se tiene en cuenta el sector de actividad, la construcción volvió a liderar el ranking con 60.626 despedidos en función de la paralización de la obra pública, seguido por la rama metalúrgica con 16.981 despedidos y suspensiones (según datos provistos por el secretariado nacional de la Unión Obrera Metalúrgica y relevamientos particulares).

El sector textil ha consolidado el segundo lugar en términos de despidos y suspensiones a diciembre de 2016. «El sector se ha visto seriamente afectado por caída del consumo local y apertura importadora, por lo que refleja 3.345 despidos y 11.720 suspensiones. En este caso, distintas fuentes aseguran que la caída efectiva en los puestos de trabajo es incluso más elevada, pero difícil de constatar por el bajo nivel de registro en el sector y la utilización por parte de las grandes marcas de diseño de indumentaria de cadenas de subcontratación provistas por empleo informal y población inmigrante de países vecinos, en sendos casos deliberadamente sin documentar», advierte CEPA.