27 abril 2010 – Estados Unidos reconoció que en Venezuela no existe presencia militar alguna de Irán de acuerdo a las declaraciones ofrecidas este martes por el responsable estadounidense del Comando Sur (Southcom) general Douglas Fraser.
«Observamos que Irán intensifica sus relaciones con Venezuela, en términos de presencia diplomática y comercial, pero no veo ninguna prueba de presencia militar» iraní en ese país, dijo el general Fraser a periodistas.
Agregó que «nada indica que lleguen armas de Irán» a Venezuela.
Ese primer reporte sobre la política militar iraní elaborado por el Pentágono fue entregado al Cogreso de los Estados Unidos, dijo el diario local.
Los Qods son un unidad especial del Ejército de los Guardianes de la Revolución Islámica, encargados de exportar la revolución y efectuar maniobras paramilitares fuera de Irán.
De acuerdo con el reporte las Fuerzas Qods «operan en todo el mundo (Â…) y están bien establecidas en el Medio Oriente y el Norte de África, y en años recientes ha incrementado su presencia en Latinoamérica, especialmente en Venezuela».
Los Guardianes de la Revolución islámica, que poseen fuerzas terrestres, marítimas y aéreas, son también un poderoso grupo económico, al mando de numerosas empresas.
Venezuela inmediatamente desmintió estas acusaciones, en la voz de su propio presidente, Hugo Chávez.
La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, ya había cuestionado la creciente presencia de Irán en Latinoamérica, al tiempo que Washignton sigue incrementando su presencia militar en la región, a través del pacto que le permite la instalación de siete bases militares en Colombia.
Clinton había calificó como una «mala» idea que países latinoamericanos, y en concreto Bolivia y Venezuela, hayan recibido recientemente al presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad.
Ahmadinejad también ha visitado e incrementado su relación bilateral con Brasil. Este martes el canciller brasileño, Celzo Amorín se encuentra en Teherán buscando un mecanismo para impedir las sanciones contra Irán. Considera que las éstas no serían eficaces y sólo afectarían a la población y en particular a las clases desfavorecidas.
Instó a ese país del Golfo Pérsico y a las potencias occidentales a mostrarse «flexibles» para alcanzar un acuerdo de intercambio de uranio que permitiría resolver la crisis planteada por el programa nuclear iraní.
Brasil ha sido un defensor del derecho que tienen los Estados de desarrollar actividades nucleares pacíficas.
Por su parte, Venezuela desde el año 2009 ha intensificado una serie de proyectos con Irán. Ambas naciones firmaron en diciembre del año pasado 68 nuevos acuerdos en materia de agricultura, industria, comercio y energía. También crearon el Fondo Único Binacional Irán – Venezuela, para estimular la producción e inversión entre ambas naciones, pero que también podrá financiar proyectos en terceros países.