El presidente electo de EEUU, Donald Trump, ofreció este miércoles la primera rueda de prensa en más de cinco meses, en la que aseguró que será un gran productor de puestos de trabajo y minimizó los potenciales problemas de su estrecha relación con el presidente ruso, Vladimir Putin.
Trump comenzó su mensaje agradeciendo a los medios que no publicaron un informe de inteligencia no verificado, filtrado el martes, que lo vinculan al gobierno ruso, y calificó el documento como «sin sentido». Además, justificó la falta de conferencias en el tramo final de la campaña: «Dejamos de organizarlas porque estábamos teniendo muchas noticias incorrectas».
El republicano resaltó que convencerá a las compañías para que mantengan su producción industrial en suelo estadounidense. «Seré el mayor productor de puestos de trabajo que Dios alguna vez creó», aseguró, aunque agregó que necesitará «una cierta cantidad de otras cosas», incluyendo suerte.
Trump sorprendió al apuntar contra Rusia como autor de los hackeos al Comité Demócrata. «Hemos sido atacados cibernéticamente por Rusia y por otros países del mundo», aseguró el magnate, quien se ha reunido en varias oportunidades con las agencias de inteligencia.
Consultado por su reciente tuit en el que comparó la situación que vive con la Alemania nazi, Trump respondió: «Creo que fue desagradable que las agencias admitan información que resulte ser tan falsa, tal como en Alemania nazi». Por ello, cuando un periodista del portal BuzzFeed (que divulgó el informe con información no confirmada) intentó realizarle una pregunta, se negó con dureza. «Es una fallida pila de basura. Creo que ya están sufriendo las consecuencias», condenó. Además, también se negó a responder una pregunta de la cadena CNN.
En cuanto a su aparente buena relación con el presidente ruso, Vladimir Putin, quien antagonizó con los recientes mandatarios estadounidenses. «Si a Putin le gusta Donald Trump, creo que es un activo, no una desventaja, porque tenemos una horrible relación con Rusia. ¿Realmente creen que Hillary (Clinton) hubiese sido más dura con Putin que yo? ¿Alguien realmente cree eso?», expresó.
Trump también se refirió a su polémica propuesta de levantar un muro en la frontera con México y reafirmó sus intenciones. «Vamos a construir un muro y México nos va a reemblosar», aseguró. Al respecto, el magnate indicó que «no quiere esperar un año y medio» para concretar sus planes y señaló que su vicepresidente electo, Mike Pence, está liderando el proyecto para conseguir la aprobación.
«México nos reembolsará de alguna manera. Ya sea con un impuesto o con un pago, pasará», aventuró. También volvió a decir que tiene una buena relación con los mexicanos y señaló: «No los culpo por lo que pasó, por tomar ventaja de Estados Unidos. Lo que digo es que no deberíamos haber permitido que pasara».
Para tocar el tema de sus negocios personales, Trump cedió la palabra a su abogada Sheri Dillon, quien explicó que recibió la orden de «diseñar una estructura que lo aísle totalmente del manejo de su compañía», para evitar conflictos de intereses. Además, indicó que la empresa no firmará nuevos contratos en el exterior.
Según indicó la abogada, el presidente «no conversará con sus hijos» sobre el manejo de los negocios familiares y se enterará de las novedades a través de las noticias.
Previamente, y consultado por sus declaraciones impositivas, que el magnate se negó a entregar durante la campaña, Trump manifestó: «No creo que a la gente le interese mi declaración de impuestos. A los únicos que les interesa es a los periodistas».
El presidente electo también fue consultado sobre el Obamacare, el sistema de cobertura médica insignia de la gestión de Barack Obama que prometió derogar. «Van a estar muy orgullosos de lo que implementaremos. El Obamacare es un completo y total desastre. Está implosionando», sentenció. También, reiteró que su derogación y la instalación del nuevo sistema será simultánea, para que los ciudadanos no queden temporalmente sin cobertura.
Antes de la presentación del republicano, el vicepresidente electo, Mike Pence, criticó la filtración del reporte y acusó a la prensa de intentar restar legitimidad a la elección de Donald Trump. En esa línea, el vocero Sean Spicer opinó que la publicación fue un «triste y patético intento por conseguir clics».
Los equipos de televisión, cerca de 30, fueron montados desde cuatro horas antes del inicio del acto, después de pasar rigurosos controles de seguridad para acceder al lugar, incluyendo el bloqueo de la acera de la Trump Tower.