Sindicato de Periodistas de Panamá

 

En una nueva arremetida de las esferas gubernamentales contra la libre expresión del pensamiento, un respetable miembro del foro y catedrático universitario, el Dr. Miguel Antonio Bernal, quien en todas las tribunas posibles levanta su voz crítica contra las irregularidades de la administración pública, denuncia que ha sido objeto de amenazas contra su integridad física y responsabiliza al Presidente de la República, Ricardo Martinelli, si las mismas llegan a materializarse.

Hoy al igual que ayer, cuando las instancias de poder se aventuran a anticipar represalias contra los ciudadanos que se atreven a señalar los yerros de los poderosos, por elemental cuestión de principios, el Sindicato de Periodistas de Panamá, rechaza las presiones e intimidaciones que emanan de las alturas gubernamentales porque no se trata de un hecho único ni aislado.

Otros comunicadores sociales desde espacios contratados por ellos en medios de comunicación locales, en fechas recientes, han informado a la ciudadanía de amenazas contra sus vidas en unos casos, y persecuciones a través de la supresión de publicidad como metodo para silenciar sus voces y clausurar sus programas.

No le ha bastado al actual régimen la promulgación de una norma inconstitucional contra las mayorías depauperadas al penalizar las protestas por las medidas que en procura del bienestar de los sectores privilegiados ha decretado, sino que extiende la peligrosa espada de la decapitación del más preciado de los derechos fundamentales del pueblo, la libertad de expresión.

Nuestro gremio repudia la reacción gubernamental a las manifestaciones de los voceros de las inquietudes populares, simbolizadas en los comunicadores sociales, y profesionales que recurren a los medios para exponer las realidades que vive nuestra sociedad, y llama la atención de la opinión pública nacional e internacional acerca de esta nueva escalada ofensiva de un aparato que, además de controlar descaradamente los órganos de poder, pretende extender sus tentáculos opresores hacia los medios y sus portavoces.

Advertimos que ni las amenazas contra la vida y la libertad individual, ni las intimidaciones de quienes transitoriamente detentan el poder, podrán silenciar el pensamiento de los hombres cuyas vidas están comprometidas con el bienestar de las mayorías.

Panamá, 21 de abril de 2010