Luis Agüero Wagner

Dijo Henry F Amiel que el cielo, el infierno y el mundo entero, está en nosotros., y la historia del cura que prometió el paraíso para llevar a su país al infierno parecería confirmarlo.
Coherente con sus alianzas retardatarias y con el respaldo que le brindó la embajada norteamericana de Asunción, el cura Fernando Lugo vuelve a militarizar el norte del país y emprender una «cruzada contra el terrorismo», en el marco de sus acuerdos con Alvaro Uribe, que ya tiene una cabecera de playa para extender el Plan Colombia al Cono Sur.

El cura ordenó que tropas del ejército con asiento en Concepción se trasladen hasta Arroyito para apoyar las tareas que realizan las fuerzas policiales», sostuvo un vocero del gobierno en rueda de prensa.

También indicó que personal de la Agrupación Especializada, de Antisecuestro, de inteligencia y de comisarías de la zona realizan los trabajos de búsqueda.

Curioso marxista bolivariano nuestro cura Fernando Lugo, a quien la guerrilla marxista y bolivariana del Ejército del Pueblo Paraguayo declaró la guerra.

«Me alegra que haya un gran sentido de coincidencia con los señores parlamentarios de la necesidad de devolver a la ciudadanía la tranquilidad», afirmó a pesar de todo ello el cura Fernando Lugo, como quien nada tiene que ver, tras una reunión con las autoridades del Legislativo al que en varias oportunidades amenazó con barrer de la escena política, luego de llegar a un acuerdo con los mismos para declarar estado de sitio.

ESTADO DE SITIO
El Senado paraguayo aprobó hoy jueves por amplia mayoría un proyecto de ley que declara estado de excepción en el norte del país para reforzar el operativo de búsqueda del grupo armado de izquierda que tiene en vilo a la zona, atendiendo con cambios un requerimiento del Gobierno.

Durante el estado de excepción, el Poder Ejecutivo puede ordenar la detención y el traslado de personas, así como prohibir o restringir reuniones públicas y manifestaciones, según la Constitución.

La Cámara alta, de mayoría opositora, rechazó una iniciativa presentada horas antes por el presidente Fernando Lugo, pero aprobó otra similar con modificaciones que buscan evitar que los detenidos puedan optar por abandonar el país.
La medida se explica por la viscosa relación entre el gobierno y los guerrilleros, otrora aliados políticos para vencer en las elecciones del 20 de abril del 2008.

MARXISTAS VERSUS MARXISTAS
El Ejército Popular Paraguayo, el cual al parecer nunca se creyó el cuento del “izquierdismo” del cura, festejó a su manera la llegada al poder del cura en abril del 2008: con un contundente golpe a las fuerzas paramilitares y policiales que le siguen el rastro en el departamento de Concepción. El resultado fueron cuatro muertos y varios heridos, lo cual conmocionó al país y su clase dirigente.
La mayoría de los integrantes del grupo insurgente son viejos conocidos del cura y su entorno, quienes fueron sus protectores y encubridores cuando eran insistentemente vinculados a secuestros por los fiscales y los organismos de seguridad. La alianza entre Lugo y los hoy guerrilleros del EPP se consolidó debido a que buscando notoriedad en la prensa militante internacional durante su proselitismo electoral, el cura se proclamó adicto a la teología de la liberación y al socialismo del siglo XXI, capitalizando en su favor los vientos de dicha corriente para ganar las elecciones de abril del 2008.
La ruptura entre Lugo y el grupo marxista se produjo ante la impotencia del cura de tomar medidas conducentes al derrumbe de la estructura empotrada en el politizado y corrupto poder judicial paraguayo, lo cual hubiera permitido a los hoy integrantes del grupo armado enfrentado al gobierno limpiar sus expedientes de las acusaciones de secuestros y otros episodios.
Un grupo político afín a la guerrilla, el Partido Patria Libre, evidenció la ruptura en sus comunicados acusando al cura Lugo de ser un «payaso vendido a la oligarquía.
No era ciertamente ése el concepto que vendían durante la campaña electoral del clérigo, a quien presentaban como el mesías predestinado para llevar a su país al paraíso prometido.

Mientras la incertidumbre y desilusión devora a la mayoría de los paraguayos que votaron por el mesiánico ensotanado, la gran estafa perpetrada en la persona de quien defraudó a su iglesia por los placeres temporales se parece cada vez más a la obra de quien dijera, en la obra de John Milton, más vale reinar en el infierno que servir en el cielo. LAW

ANEXO: PT SE PRONUNCIA CONTRA EL ESTADO DE SITIO

El hallazgo de un supuesto campamento del denominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) y el enfrentamiento armado donde fallecieron cuatro personas en la localidad de Arroyito, norte del país, propiciaron nuevos operativos policiales y militares en la zona ordenados por el gobierno.
La derecha tradicional, aún así, no está saciada y pide cabezas. El gobierno de Lugo-PLRA debe colocarlas en la bandeja que le extienden los ricos y poderosos. La derecha lloriquea y no la contenta ni la colombianización de los aparatos represivos ni los ingentes recursos despilfarrados. Por ello, el propio Fernando Lugo presentó un proyecto de ley para declarar el “estado de excepción” por 60 días en 5 (cinco) departamentos del país: Concepción, San Pedro, Amambay, Alto Paraguay y Presidente Hayes.
Desde el Partido de los Trabajadores (PT) rechazamos categóricamente la declaración del estado de excepción –un eufemismo del estado de sitio-, pues solo significará mayor represión al pueblo pobre y organizado. Mediante esta figura, el gobierno tendría superpoderes para combatir la “insurgencia” y podría allanar viviendas y locales, realizar detenciones sin orden judicial, prohibir reuniones, manifestaciones públicas, además de profundizar la militarización de la zona, como claman Franco y la derecha tradicional.
Independientemente de la responsabilidad sobre este último hecho en Arroyito, con relación al EPP, volvemos a insistir que las acciones aisladas enmarcadas en la concepción del “foco guerrillero” son completamente inconducentes para la lucha popular y revolucionaria. Nos diferenciamos categóricamente de dicho método elevado al nivel de estrategia para todo tiempo, lugar y circunstancias políticas en el marco del régimen político burgués.

En cambio, reivindicamos la lucha política, impulsando la organización y la movilización permanente e independiente de las masas. Todas las demás tácticas o métodos de lucha, los subordinamos a las acciones políticas y movilización permanente y masiva del pueblo trabajador. Rechazamos todo tipo de aventurerismo irresponsable.

Hacemos un llamado al «Frente Guasu», en especial a las izquierdas que lo integran, y a todas las demás organizaciones sindicales, sociales y populares, a rechazar esta medida que sólo traerá más represión y que, en última instancia, pretende apretar las tuercas de la criminalización contra las organizaciones y acciones del pueblo trabajador.

Se impone, en consecuencia, la más amplia unidad de acción para derrotar el proceso de colombianización de Lugo-Filizzola, exigido, apoyado y al servicio de la rancia derecha golpista.

http://www.diariosigloxxi.com/firmas/luisaguerowagner