En él, se escucha cómo la operadora transmite al piloto las indicaciones para realizar el aterrizaje, al mismo tiempo que mantiene contacto con otros vuelos que esperan su turno para tomar tierra en el mismo aeropuerto.
En un momento, se escucha lo que parece la voz del piloto del vuelo de LaMia, Miguel Quiroga , reportando una «falla eléctrica total, sin combustible». La operadora lanza entonces una alerta a los bomberos del aeropuerto y se escucha la voz del piloto solicitando «vectores a la pista». Inmediatamente, la controladora responde que ha perdido la señal de radar y solicita al avión: «Notifique rumbo ahora».
«9.000 pies señorita, vectores, vectores», solicita el piloto del avión y la controladora emite las indicaciones para el aterrizaje. «Está a 8,2 millas de la pista», continúa la operadora, que pregunta después: «¿qué altitud tiene ahora?». Sin embargo, ya no recibirá ninguna respuesta más desde el avión.