Iván Oliver Rugeles
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) en su informe anual sobre la producción de estupefacientes en la América Latina que hizo público el pasado mes de julio, determina que el país vecino produce más coca que Bolivia y Perú juntos e igualmente, lo que asombra más de su contenido, es que siendo Colombia el país que mayor «ayuda» recibe de los Estados Unidos en la región para impedir que eso suceda, su producción de cocaína se incrementó el 52% en 2014, respecto de la que se registró en el 2013.
El citado informe del organismo mundial señala que: «el área de cultivo de coca subió un 44 por ciento, de 48.000 hectáreas en 2013 a 69.000 en 2014, mientras que la producción potencial de cocaína, a su vez, aumentó de 290 a 442 toneladas métricas en el mismo período, lo que representa un aumento del 52 por ciento.»
Estas cifras que ha dado a conocer el organismo mundial sorprenden hasta el más despistado de los mortales, pues muy cuesta arriba resulta llegar a entender o encontrarle alguna explicación que siendo nuestro país vecino el que más «ayuda» recibe de los Estados Unidos para combatir «dizque» la producción y el tráfico de estupefacientes, al punto de que, con base en el Plan Colombia que suscribió en 1999 con el país del norte, el cual fue ampliado y reforzado durante la presidencia de Álvaro Uribe Vélez (2002/2010), ese imperio instaló en su territorio siete Bases Militares y una plataforma de la DEA con el mayor número de agentes que a la fecha existen en cualquier otro país de la región, cada año incrementa la producción de coca y mucho peor, la elaboración de cocaína, en cifras realmente del mayor horror…
Agrega el informe que, «El valor de la producción de hoja de coca y productos derivados (pasta de coca y base de cocaína) también subió en un 40 por ciento, de USD 292 millones de 2013 hasta USD 408 millones en 2014. Esto es el equivalente a 0.3 por ciento del PIB del país y tres por ciento de la participación en el PIB del sector agrícola.
Esta información, trágica en grado mayor para cualquier país del globo, tiene muy poca difusión. Es un tema que no concita la menor preocupación para los llamados grandes medios de comunicación del Continente, así como esta otra, demasiado macabra que nos aplasta el alma: de enero a julio de este año han sido asesinados en ese país 35 defensores de derechos humanos (*).
Ambos sucesos, terribles, sin la menor duda y de relevante importancia, terminan siendo desconocidos por todos los pueblos del mundo, a los que se les somete a profusas y hábiles campañas propagandistas a través de las cableras internaciones para convencerlo de que, por ejemplo, Colombia es el verdadero paraíso en la tierra, cuando se les asegura que: «el peligro de visitar ese país es que te quedes»…!!!