Ahora van por Correa
Judith Hernández B.
En nuestra convulsionada Patria Grande están ocurriendo situaciones que sólo buscan «defenestrar» de distintas maneras los avances que han tenido los pueblos del Continente, todo ello guiados por la mano (o la bota) de las corporaciones que dominan al mundo a través del gobierno de Estados Unidos. Ello no es nada nuevo, si hacemos un somero recorrido visualizaremos lo ocurrido en países de otros continentes durante y después de las llamadas guerras mundiales; en historia más cercana, Irak es asediada por Estados Unidos en el año 2003 tras una acusación amañada en la responsabilidad de la destrucción de las Torres Gemelas de Nueva York, asesinado su líder Saddam Husein en 2003 y con él la destrucción de sus riquezas arquitectónicas y culturales. Similar ejecución ocurrió en un país del norte de África, con un reconocido alto índice de bienestar de su población como lo era la República Árabe de Libia, alcanzado bajo el gobierno de Muamar Gadafi. En el año 2011 su gobierno es asediado con clara injerencia estadounidense, es asesinado y luego de estos episodios nunca más ese pueblo ha podido recuperar su esplendor, manteniéndose en una permanente y destructiva guerra civil. La lista de pueblos destruidos lamentablemente es larga, aquí en América siempre tenemos presente a Salvador Allende, asesinado en |1973 en un cruento golpe de estado, primer presidente de izquierda a través del voto popular.
Es en este cuadro de situaciones que Estados Unidos vuelca su mirada hacia lo que considera su «patio trasero» porque están ocurriendo cambios que no son favorables a los planes imperiales, iniciando una «operación» de largo alcance ya que hay un «alboroto» en su patio y debe poner remedio a los «alzados». Venezuela (Hugo Chávez, 1999); Brasil (Ignacio Lula Da Silva, 2003), Argentina (Néstor Kirchner, 2003); Uruguay (Tabaré Vásquez, 2004); Panamá (Martín Torrijos, 2004);
Chile (Michelle Bachelet, 2006); Bolivia (Evo Morales, 2006); Ecuador (Rafael Correa, 2007); Nicaragua (Daniel Ortega, 2007).
El presidente Hugo Chávez, promovió la unión de los países y la cooperación entre los pueblos, logrando establecer a través de organismos internacionales (UNASUR, CELAC, PETROCARIBE, entre otros), una relación de armonía y respeto en función de la organización de los países para mantener ayuda y fortalecer los vínculos entre los pueblos hermanos. Esto fue recibido por Estados Unidos como un desafío a su poderío económico y militar, comenzando a ejercer variados ataques en una guerra de cuarta generación. La partida inesperada del carismático líder de la revolución Bolivariana (2013) «envalentonó» a la canalla imperial y sus secuaces que no dudaron en clavar sus garras a las nacientes revoluciones americanas. En Venezuela estamos padeciendo actualmente las consecuencias de esta guerra de cuarta generación, nuestro pueblo conocedor y analista de su propia experiencia, no ha caído en el juego de la derecha lacaya y despatriada, se mantiene firme soportando y enfrentando las embestidas del monstruo imperial y sus marionetas criollas.
Un duro golpe contra países de avanzada, ha sido la pérdida de las elecciones en Argentina y el Golpe de Estado «Rosa» propinado contra Dilma Rousseff en Brasil. Ello ha incidido en las políticas de cooperación y solidaridad continental y ha debilitado a los órganos que agrupan a los países con gobiernos de contenido progresista que ya hemos mencionado, caso que está en la palestra, MERCOSUR, donde se ha despojado a nuestro país del derecho que le corresponde en la presidencia del organismo. Se encuentra la derecha realizando una guerra con «bisturí» intentando debilitar de mil maneras a los pueblos que han avanzado en su liberación para aplastarlos y aplicar su POLITICA NEOLIBERAL de opresión y muerte.
Hoy está en el «ojo del huracán» el valiente presidente de Ecuador RAFAEL CORREA, enfrentando con inteligencia y raciocinio a la canalla de su país, ya Estados Unidos está desesperado no haya que hacer con Correa; entonces ordena que un sector de la Fuerza Armada lo desconozca como Comandante en Jefe, aunque así lo dicta la Constitución de la República, agudizándose en este año 2016 la resistencia a su mando. Lo que preocupa en este sentido es que no ha existido pronunciamiento de organismo alguno con relación a estos ataques, preocupa porque ante el silencio omisivo se «envalentona» la derecha, pudiendo generarse situaciones peligrosas para la democracia y la integridad física del presidente ecuatoriano.
El llamado es a sensibilizarnos ante lo que ocurre en los pueblos hermanos, estar ojo avizor ante la agresión desmedida del enemigo e impedir que se nos siga debilitando como fuerza continental que busca el bienestar, toda la felicidad posible, como dijera el Libertador Bolívar, para los pueblos de NUESTRA ÁMERICA. Nosotros librando la lucha contra el desabastecimiento y la inseguridad, soportando la arremetida imperial, pero siempre como pueblo aguerrido y tenaz, solidarizándonos y luchando al lado de los pueblos hermanos, no para oprimirlos sino para liberarlos; ese es el legado de nuestros héroes libertarios, ese rumbo también lo trazó HUGO CHÁVEZ, en la seguridad de que juntos VENCEREMOS.